Tras el anuncio del presidente Alberto Fernández de la prórroga del aislamiento social, preventivo y obligatorio, el panorama en las calles capitalinos no cambió en mucho desde el domingo a la noche. Hay un elemento que sí no pasó desapercibido en la jornada de ayer: el paraguas. Hubo poca gente en las calles y aquellos que salieron a comprar alimentos o sacar plata del cajero, lo hicieron además en compañía del paraguas. Es que la suave llovizna puso otro clima a los días que se viven en la Ciudad.
Si hubiese sido un día común y corriente, tanto desde la tarde de ayer, como en la jornada de hoy, las calles hubiesen estado colmados, especialmente alrededor de los bancos. Pero en este 2020, el mundo cambia, y la rutina de los riojanos, también.
Ya no hay gente en las calles - por suerte. Tampoco se ven las largas colas para cobrar el sueldo. La gente entendió cuál es la realidad, por la cual el mundo se sigue interrogando. Y eso se notó en una nueva recorrida de NUEVA RIOJA, donde las calles están vacías, las estaciones de servicio sin autos, y mucha presencia policial. Las fuerzas del orden custodian las órdenes emanadas del gobierno nacional y provincial, para que todo el mundo esté dentro de las viviendas.
Aquellos que salieron, lo hicieron en su gran mayoría con el paraguas y con el barbijo, Inclusive, se pudo ver a un trabajador delivery, portando el barbijo, junto al casco protector. Todas estas postales pasarán a la historia reciente, de una provincia, que parecía estar exenta de una pandemia. Pero la realidad golpeó y de la manera dura, para que cada uno de los riojanos tome conciencia y acate los lineamientos de los cuales en reiteradas ocasiones vienen dando los organismos y gobiernos. La mejor manera de cuidar la salud de todos es quedarse en casa.
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