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Sociedad Salud. De acuerdo a una medida rubricada por el ministro Ginés González

Las farmacias podrán hacer alcohol en gel y repelentes

Se trata de dos productos críticos para prevenir la pandemia del coronavirus y brote de dengue.

Ante la escasez de alcohol en gel e insecticidas en varios comercios de la Argentina como consecuencia del avance en el país del coronavirus y de diferentes enfermedades transmitidas por el mosquito, el Gobierno autorizó a las farmacias a producir estos productos para su comercialización. La medida fue anunciada en la Resolución 681/2020 publicada este martes en el Boletín Oficial.

Por el momento, este permiso solo será válido "en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires", aunque las autoridades nacionales invitaron al resto de las jurisdicciones "a adherir" también a esta decisión..

El documento, firmado por el ministro de Salud, Ginés González García, ordenó instruir "a los profesionales farmacéuticos a prestar su colaboración para la prevención de los virus de Coronavirus Covid 19, Dengue y Zika".

De esta manera, se le dio autorización a este tipo de comercios, siempre que cuenten "con laboratorios habilitados", a elaborar y tener en stock "hasta 5 kilogramos de alcohol en gel y 5 kilogramos de productos repelentes de insectos con la finalidad de responder racionalmente a las necesidades de dispensación".

La Resolución aclaró que este permiso especial estará vigente "por el plazo en que se extienda la emergencia sanitaria" y precisó, además, que la Secretaría de Calidad en Salud presentará una "Guía de Buenas Prácticas de Preparación en Farmacia", la cual deberán seguir estos establecimientos.

Entre los considerandos, el Gobierno señaló que "los repelentes de insectos se encuentran dentro del 'Listado de productos médicos de alto impacto en la salud que están sujetos al régimen de venta libre en farmacias'", mientras que "el alcohol en gel es un cosmético que se utiliza sin prescripción médica".

En este sentido, se resaltó que ambos "son factibles de elaborar en las farmacias que cuenten con laboratorio habilitado" y que por esta razón el Colegio Oficial de Farmacéuticos y Bioquímicos de la Capital Federal "ha ofrecido su colaboración" en el marco de la emergencia sanitaria y "ha efectuado un pedido" para que sus miembros "puedan elaborar y tener en existencia" estos dos productos.

Por último, el Ministerio de Salud remarcó que es su responsabilidad "asegurar la accesibilidad de la población a elementos de prevención de contagio", tanto del coronavirus como de las enfermedades que transmiten determinados mosquitos.

Esta medida no es aislada: el Gobierno viene avanzando con una serie de controles, no solo para garantizar el abastecimiento del alcohol en gel, sino también para hacer cumplir el precio máximo establecido y comprobar que los negocios no guarden artículos en depósitos cuando dicen que no los tienen.

Cómo fue creado

En 1966, en California, Lupe Hernández se dio cuenta que para ejercer bien su profesión debía tener las manos limpias. Para eso, y ante la imposibilidad de tener cerca agua y jabón ante cada nuevo paciente, creó el alcohol en gel. Hasta hace unos días, Bakersfield, una ciudad de California era conocida por otras cosas. Sin embargo, en las últimas semanas reverdeció un antiguo mérito, que hizo que fuera mencionada en todos los diarios del mundo. Se podría decir que Bakersfield se convirtió en la capital mundial del alcohol en gel, uno de los productos más buscados en estos momentos de pandemia por el coonavirus. En 1966 una joven latina, estudiante de enfermería, se preocupó al descubrir que en los procedimientos cotidianos que le exigiría su profesión no siempre tenía a mano agua y jabón para lavarse. Es más: se podría afirmar que sólo en escasas ocasiones eso sucedía. Por lo general, sólo al comienzo y al final de la jornada laboral. Una noche mientras descansaba en su casa, una entrevista captó la atención de la joven latina. Un hombre hablaba entre risas con el conductor de un late night show y explicó que parte de su fortuna la había hecho con sus inventos. En ese momento detalló la conveniencia de patentar las invenciones y dio un número telefónico para que algún televidente interesado llamara para averiguar más. A la mañana siguiente, bien temprano, Hernández llamó. A los pocos días había patentado su invento: el alcohol en gel para manos.

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