Escribe: Enrique Vilanova


Los delitos contra la propiedad que sufren a diario los comerciantes a lo largo y ancho de la provincia registraron un nuevo y preocupante capítulo. Un delincuente que llegó con su cómplice en moto ingresó a un kiosco y a punta de pistola amenazó y exigió al propietario la entrega del dinero. El comerciante le dijo que no tenía nada, por lo que con la pistola en la cabeza le robó una billetera vieja y vacía, que estaba al costado del mostrador y un teléfono celular. Luego, sin dejar de apuntar al afligido comerciante salió del comercio, subió a la moto en la que lo esperaba su cómplice y se dieron a la fuga. El malviviente que ingresó armado al comercio estaría identificado, se llamaría Gonzalo, del barrio San Nicolás.



Violento asalto
Fue anteanoche, a las 23.00, en un comercio del rubro kiosco, en una de las esquinas del barrio Ricardo Primero, cuya dirección e identidad del propietario se reserva por su seguridad. A esa hora el comerciante comenzaba a repasar la limpieza para culminar una jornada agotadora de trabajo y luego  cenar junto a su familia y descansar para el nuevo día de trabajo.


¡Manos arriba!
En esas circunstancias ingresó un delincuente que tenía una pistola ?parecidas a las que usan los policías?, se indicó y lo amenazó exigiéndole la entre del dinero y de todo lo de valor que tenía. Por fortuna el comerciante no se paralizó por el nerviosismo o el miedo y le explicó que tenía ni un peso.
Ante esta situación el delincuente levantó y robó una billetera vieja y vacía, que estaba tirada y abandonada al costado del mostrador y el celular del propietario, a quien le volvió a amenazar con el arma de fuego y luego salió del comercio.
Ya en la vereda subió a la moto en la que no esperaba su cómplice y se dio a la fuga.
Segundos después se constituyeron  en el lugar móviles y efectivos de la Comisaría Sexta que patrullaban la zona y comenzaron una incesante búsqueda que no dio resultados positivos, aunque los uniformados ya lo tendrían identificado: se llamaría Gonzálo y vive en el barrio San Nicolás y tendría varias entradas por robos y hurtos en la sede policial.
Los delitos contra la propiedad crecieron en los últimos tiempos y la Policía extrema las medidas de seguridad para prevenirlos y reprimirlos.