En cumplimiento de la Ordenanza N° 6.273, que regula la contaminación sonora, la Dirección de Tránsito Municipal realizó operativos vehiculares en diferentes sectores de la ciudad. Como resultado, se secuestraron 200 caños de escape que no cumplían con la normativa vigente por emitir ruidos excesivos.
Tras los procedimientos, el personal municipal llevó adelante la destrucción de los escapes incautados en el parque automotor.
La normativa prohíbe circular con vehículos que generen ruidos molestos, ya sea por escapes abiertos, libres o modificados para amplificar el sonido. Además del control, el objetivo es generar conciencia sobre el impacto que el ruido excesivo tiene en el ambiente y en la calidad de vida de la población, especialmente en personas con sensibilidad auditiva o con condiciones especiales de salud.