Por Dra. Alejandra Tutino
Las instituciones educativas que tienen la capacidad para mejorar dependen, en modo significativo, de equipos directivos que contribuyen a que la escuela aprenda a desarrollarse, superando retos y dificultades. (Leithwood, 2002; Robinson, 2009). El equipo directivo "juega un rol altamente significativo en el desarrollo de las prácticas docentes, en la calidad de estas prácticas, y en el impacto que presentan sobre la calidad de aprendizaje…" (Anderson, 2010).
El liderazgo de los equipos directivos es un factor clave en la mejora de los aprendizajes, y el modo en que se ejerce la dirección influye en todo lo que pasa en la escuela. (Barrosos, 2006).
El clima escolar es un concepto multidimensional que refleja normas, metas, valores, relaciones interpersonales, la seguridad, la organización y las prácticas de la enseñanza y del aprendizaje, la relación de la escuela con otras organizaciones y las expectativas de los docentes, entre otros. Está ligado, además, a la dinámica de los conflictos, el abordaje y la resolución de los mismos.
Una mirada sobre los conflictos y las herramientas de comunicación necesarias para un abordaje colaborativo, es una opción valida para que, el clima escolar positivo permita una gestión en la que, los aprendizajes y las enseñanzas se promuevan atendiendo a que las escuelas son contextos sociales y que cada uno de sus actores son personas en su integralidad. "Cada escuela es una comunidad que funciona dentro de una cultura mas amplia y las experiencias sociales y emocionales que las personas tienen como miembros de la cultura de la escuela darán forma a su aprendizaje cognitivo. (Immordino Yang, 2017).
Como cada equipo construye su rol desde un lugar y estilo particular, resulta útil analizar que el modo de comprender y actuar frente a un conflicto influye en la instalación de una dinámica que tiende a determinadas posiciones y relaciones particulares. El rol de la gestión es, entonces, comprender y evaluar las distintas posiciones que pueden manifestarse en el plano interpersonal, y actuar en consecuencia.
Es difícil pensar a la educación libre de conflictos, ya que el mismo es parte del proceso educativo si se hace un uso pedagógico del mismo. He aquí el carácter positivo, creativo y posibilitador del dialogo democrático, el respeto por las diferentes opiniones y sentimientos.
El abordaje positivo de los conflictos puede favorecer los procesos colaborativos de la gestión escolar, incluso constituirse en una herramienta de transformación social, un camino para modificar estructuras injustas o que no posibiliten el crecimiento de la persona como tal y en relación con los otros.
Diferenciar el clima del aula y el clima escolar; conocer las dimensiones y componentes de este último, la comunicación asertiva; definir las estrategias de abordaje y el clima emocional del aula, son conceptos que nos interpelan, nos invitan a reflexionar y a gestionar una escuela en la que las oportunidades de aprendizajes y de enseñanzas se enmarquen en relaciones positivas y constructivas.
"Conozca todas las teorías, domine todas las técnicas, pero al tocar un alma humana, sea apenas otra alma humana". Carl Jung.
*Resumen de Ponencia presentada en las II Jornadas Nacionales de Gestión Educativa. Agosto 2022
El clima escolar en clave de gestión de conflictos
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