Por la séptima jornada de LaLiga, el Atlético de Madrid venció por 1-0 al Celta de Vigo gracias a la aparición de Julián Álvarez cuando la historia moría en un pálido 0-0. Con esta agónica victoria, los Colchoneros llegan entonados al clásico contra el Real Madrid del próximo fin de semana, mientras que los Olívicos, que no desentonaron durante el partido, suman dos derrotas de forma consecutiva.
Bajo la imperiosa necesidad de sumar de a tres en búsqueda de un triunfo que lo acerque a la cima de la tabla de posiciones, pero guardando algunas piezas que serán de gran utilidad para el derbi español, es que el combinado del Cholo Simeone arribó al cruce contra los Olívicos con el condimento especial de que su hijo, Giuliano, formaba parte por primera vez de su once titular.
Sin embargo, en el primer tiempo, todas las expectativas que se habían posado en este cruce que a priori, parecía interesante, rápidamente se diluyeron y una sola atajada de Oblak en dos tiempos tras el agresivo remate de Iago Aspas sobre el término de los 45 minutos, esperanzó a los fanáticos de cara a la segunda y última parte en Balaídos.
Ya para la segunda parte, los equipos parecían conformarse con el empate sin goles. Hasta que el ´técnico argentino comenzó a mover el banco de suplentes e ingresó la carta ganadora. Sobre el final del partido, Julián Álvarez le dio la agónica victoria al Atlético, que con este triunfo se trepó a la tercera posición de la tabla.