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Fuera del templo del lenguaje

En palabras de Bea Lunazzi para la contratapa del libro:
Los mundos que Lala Altschuler dispone a nuestra lectura fluyen entre la magia y aquello que llamamos realidad. Lo imaginario, onírico o fantástico convive con sucesos históricos en un mismo plano: el de la palabra que los trae y los pone en revisión. Es la lengua quien se manifiesta en “Historias profanas”, con su facultad de decir y también de callar.
“Estoy hambrienta de habla” dice la niña extranjera en “Encuentro”, mientras en otro relato, el admirable “Kínder”, los niños rescatados del horror de Terezín, destrozan con sus cucharas de madera el mundo que Anna Freud les ofrecía pretendiendo desladrar su grito. Este cautivante libro hurga en la materia misma de su confección, el lenguaje. Entre la voz y el silencio, “el borde indecible de las palabras”, así lo expresa en sus páginas.
Estas historias son profanas porque ofrecen letra a voces que están fuera del templo del lenguaje, alientos que habitan en el desierto anónimo del silencio que, aún sin decir, dejan trazo. La autora posee el oído sensible de la poeta, y el entrenamiento reflexivo de la psicoanalista, atributos esenciales para develar lo que no encuentra su forma, para descifrar lo que busca sonido.

Compartimos uno de sus relatos:
E.Z.
Lo supe, a medida que me sentía más y más encerrada en los estrechos márgenes a los que me habías reducido. Poco a poco fui descubriendo que te era necesaria, ¿para qué?, ¿para que por siempre viva atravesada por la venganza? ¿Atravesando venganzas?
Fuiste plasmándome, cosiéndome letra con letra con letra, creándome tu criatura. Me hilvanaste en delicado tejido. Luego me diste a luz emergiendo de la página mortecina. Soy la que quisiste.
Cecilia te susurró mi nombre, te dio mis indicios… ¿lo habrá leído en los policiales de algún vespertino? Pero, ¿cómo advertiste mi existencia? ¿Existencia?... trazos que me van componiendo, que te van componiendo, a media voz con pinceladas, apenas. La carta de padre, el Paseo de Julio, el ultraje buscado, la delación insinuada, el crimen.
Caminaban por Av. Alvear, bajo una luz como sólo puede serlo la última luz del día, la que da paso a la noche, porque en ella ya titilan presagios de muerte. la historia de una joven apasionada hasta el delirio, capaz de cometer un crimen, hacerse juzgar, sabiendo que ninguna ley podrá condenarla al fuego eterno: pensaste en mí.
A la noche decidiste buscarme. Tus pasos te llevaron a Almagro, al cinematógrafo donde daban el film con Milton Sills, a los arrabales de la fábrica. Al Paseo de Julio al cual intuiste que fatalmente me dirigiría. Al cuartucho miserable, donde vos imaginabas mi virginidad ofrendada a un marinero marginal y detestable. Mientras me esculpías yo nacía de tu mano. Pentagrama de lógica precisa hecho de notas, silencios. Te inclinabas sobre los caracteres cuando encontrabas la palabra justa. Me escribías, me inscribías, y al hacerlo trazabas orillas y abismos, cincelándome ávida de amor, preñándome de dolor por padre.
Fue al alba que me concluiste, satisfecho, con esa alegría infantil, con esa cierta inocencia que tiñe tus gestos.
¿Pensaste que me dabas vida?, ¿quién? Quiso el destino –vos así lo dirías- que yo fuera tu criatura, que tuya fuera la mano que me recorría.
Digo ¡No! Despierta tomo tu mano, te guio obligándote a que recorras tus propias sombras que te aguardan desde los días de la quinta de Adrogué, en el Hotel La Delicia. Qué precisión, cómo se van cifrando los nombres y sus desvelos, cuando por entonces sólo concurrían innombrables congojas.
En la tersura de tu piel, leí tribulaciones y ocasos, terrores, que luego te lanzarán a recorrer la ciudad, sabiendo, desde siempre, que no podrás huir de las premoniciones, donde, indefectiblemente una luz lechosa te aguardará al final.
Me llenó de íntimo orgullo y una cierta soberbia saber que yo no era una más de tus criaturas. Que condena la mía ¿condenarme a la eternidad, es decir a la no vida? ¿A los márgenes en que me concebís viva?
Hubo un instante fuera del tiempo, que vos fuiste mi criatura. Te llevé al Paseo de Julio, te hice entrar al tugurio infame, donde asististe a la vejación del marinero anónimo, bajo tu mirada petrificada.
Te obligué a escuchar el tiro, ese tiro que no dejará de sonar, porque perforó la página en la que me estabas inscribiendo.
Todo esto lo supe cuando tomé tu mano. Más aún cuando concluiste diciendo… “Verdadero el tono de Emma Zunz, verdadero el pudor, verdadero el odio. Verdadero también era el ultraje que había padecido; sólo eran falsas las circunstancias, la hora y uno o dos nombres propios”.
Emma
LA AUTORA
LALA ALTSCHULER NACIÓ EN SAMARKANDA, UZBEKISTÁN Y ACTUALMENTE RESIDE EN VICENTE LÓPEZ, PROVINCIA DE BUENOS AIRES. ES PSICOANALISTA Y ESCRITORA. HA PUBLICADO LA NOVELA AUTOBIOGRÁFICA UN TREN EN LA BRUMA DE SAMARKANDA (LETRA VIVA, 2015) EN 2017 RECIBIÓ LA MENCIÓN ESPECIAL (EX AEQUO) EN EL CERTAMEN INTERNACIONAL LUCIEN FREUD, POR SU RELATO “KINDER”. SU RELATO “EL ENCUENTRO” HA SIDO PREMIADO EN 2021 EN EL PRIMER CONCURSO LITERARIO “DARDO ESTEROVICH” OTORGADO POR EL LLAMAMIENTO ARGENTINO- JUDÍO. AMBOS RELATOS SE ENCUENTRAN INCLUIDOS EN ESTA ANTOLOGÍA HISTORIAS PROFANAS. PUBLICÓ LA NOVELA ANTONEZ FONTSECA AUTOBIOGRAFÍA 2194-1492 (LA DOCTA IGNORANCIA, 2020). PARTICIPÓ EN VIRAL. UNA FORMA SUPERIOR DE MATAR (LA DOCTA IGNORANCIA, 2021). LIBRO QUE REUNIÓ A ESCRITORES DE ARGENTINA Y AMÉRICA LATINA. EN FEBRERO DE 2023, LA REVISTA LITERARIA GILGAMESH DIRIGIDA POR ALEJANDRA BOERO, HA DEDICADO SU NÚMERO A LA AUTORA.
PRESENTACIÓN

La presentación del libro “Historias profanas” de Lala Altschuler contará con la participación de la cantante Poli Mangini, acompañada por el pianista Juan Sebastián Rey y una mesa conformada por Bea Lunazzi, Claudia Schvartz y la autora, con la coordinación de Viviana Rosenzwit. Se proyectará un video a cargo de Gabriel Caldirola. Al finalizar, se abrirá al diálogo con los asistentes y la autora firmará ejemplares de su libro. El evento se desarrollará el 6 miércoles de noviembre, a las 19 horas puntual, en el Auditoria David Viñas del Museo del Libro y de la Lengua de la Biblioteca Nacional, Av. Gral. Las Heras 2555, Ciudad de Buenos Aires.

LECTURAS HISTORIAS PROFANAS LALA ALTSCHULER

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