En tiempos de crisis existen manos solidarias que sin miramiento alguno donan su tiempo, su trabajo y sus conocimientos para el bien de los demás. Es el caso de Cristina Villanueva y sus dos hijas, Karina Campos y Deolinda Torres quienes ante la necesidad de cientos de trabajadores que prestan servicios esenciales y deben si o sí circular por las calles de la ciudad, decidieron coser barbijos y salir a entregarlos a quienes lo requieran. 
"Vimos que ofrecían en algunas redes sociales a precios altísimos los barbijos que nosotras mismas podíamos hacer, comprando la tela necesaria, y lo hicimos", contó Karina a este matutino, quien además es recepcionista de NUEVA RIOJA. 
Ella, su madre y su hermana, pensaron tanto en los trabajadores de este medio que deben llegar hasta la redacción a prestar servicios, como así también en sus familiares, amigos y en los choferes de taxis que están exceptuados por el decreto de Necesidad y Urgencia dictaminado por el Gobierno Nacional. 
"Mi mamá tiene la máquina, mi hermana sabe coser como yo también entonces nos dijimos, ¿por qué no colaborar?", manifestó la mujer. 
Las tres dispusieron de su tiempo y lograron realizar una primera tanda de 60 barbijos que distribuyeron ayer entre periodistas, amigos, familiares y taxistas de forma totalmente gratuita.