La llegada de la primavera no solo trae flores y colores, también es tiempo de nuevos comienzos y celebraciones que marcan la vida de las personas. En La Rioja, la temporada de casamientos comenzó con un hecho especial: ocho parejas se unieron en matrimonio de forma simultánea, en una ceremonia cargada de emoción y simbolismo.
El evento fue organizado por una comunidad evangelista del Centro de Avivamiento Cristiano, que decidió realizar una celebración colectiva para que todas las parejas pudieran compartir este momento inolvidable junto a sus familiares y amigos. La magnitud de la convocatoria hizo necesario planificar cada detalle: los testigos se reunieron un día antes y, al día siguiente, se llevó a cabo la ceremonia principal en el templo, con la participación de tres oficiales del Registro Civil.
Mariana Cabrera, integrante del equipo de Matrimonio del RENAPER, explicó que este tipo de eventos reflejan el compromiso y el trabajo que se realiza para acompañar a las familias en instancias clave de su vida.
“Fue una ceremonia muy especial por la cantidad de parejas y de testigos. Nuestro equipo de 12 personas se organizó para que todo saliera perfecto y que cada pareja viviera un momento único”, destacó.
El inicio de la primavera marca además el comienzo de la temporada alta de bodas, donde la demanda se multiplica y el equipo trabaja bajo dos modalidades: atención en el Registro Civil y celebraciones a domicilio. Esta flexibilidad permite que cada familia pueda elegir el modo de formalizar su unión, respetando sus tradiciones y creencias.
En esta jornada, el amor fue el gran protagonista. Entre risas, lágrimas de emoción y la presencia de seres queridos, las parejas sellaron su compromiso justo en el inicio de una estación que simboliza renovación y esperanza.
Redacción Edición Digital de Nueva Rioja.