La chispa que encendió el debate fue la sanción de solo cuatro fechas a un jugador del club Tiro Federal por un incidente el último fin de semana, en el que se lo acusa de intentar agredir al árbitro.
La indignación creció al comparar este castigo con las severas penas impuestas a jugadores de otros equipos en situaciones similares, como el caso de un jugador de Luqueño, que recibió un año y otro de este mismo club seis fechas, o las de otros que, por faltas menores, fueron sancionados con tres o más fechas.
La discusión se centró en la aparente desproporción de los castigos. Por un lado, un jugador reincidente con un intento de agresión recibe un castigo que muchos consideran mínimo, especialmente en un torneo corto. Por el otro, otros jugadores han sido castigados con penas mucho más largas por acciones similares. Esta disparidad ha llevado a los consejeros a sospechar de un trato preferencial.
Los murmullos de descontento apuntan directamente al presidente de la liga, de quien se sabe es simpatizante del club al que pertenece el jugador beneficiado. La comunidad del fútbol riojano se pregunta: o la sanción del jugador de Luqueño fue exagerada, o el jugador de Tiro Federal fue claramente favorecido. La decisión del tribunal, respaldada por los informes de los árbitros, ha puesto en duda la transparencia y la equidad de las decisiones de la liga.
Muchas sospechas en el Tribunal de Penas por algunas sanciones
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