La Unión Cívica Radical (UCR) definió que el 12 de diciembre próximo a las 14 en la sede nacional del partido será la fecha y el lugar del plenario de renovación de autoridades que designará al sucesor del senador y diputado nacional electo Martín Lousteau como presidente del Comité Nacional.
Fiel a una tradición ya añeja en el radicalismo, la convocatoria resuelta por unanimidad para el recambio de autoridades está prevista para después del 10 de diciembre, fecha en la que se concretará el reacomodamiento de la estructura legislativa.
"El Plenario de Delegados lo integran cuatro representantes por provincia, más dos representantes de la Juventud Radical, la Franja Morada, el Foro de Intendentes, la Organización de Trabajadores Radicales y la UCR Diversidad", informó un comunicado del partido al que la Agencia Noticias Argentinas tuvo acceso.
El evento para designar a la nueva conducción partidaria marca el ocaso de la era de Lousteau, quien nunca pudo sintetizar al conjunto del radicalismo y quedó demasiado aislado en su persistente posicionamiento crítico hacia el Gobierno.
Como senador nacional, llegó en varias ocasiones a votar en soledad dentro del bloque que preside Eduardo “Peteco” Vischi, como por ejemplo en su recordado pronunciamiento en contra de la Ley Bases que apoyó el resto del radicalismo.
Esta postura de confrontación con la Casa Rosada le valió poderosas críticas de muchos de los referentes del radicalismo que se acomodaron en un lugar de docilidad y conciliación respecto del Poder Ejecutivo nacional, más allá de los altibajos en la relación con Javier Milei.
El ciclo de Lousteau al frente de la UCR coincidió con la ruptura del bloque en la Cámara de Diputados, que se dividió entre los que se mantuvieron en el bloque original con posturas complacientes con el Gobierno, liderados por Rodrigo de Loredo, los díscolos que conformaron Democracia para Siempre para acentuar un perfil opositor, y los "radicales con peluca" de Liga del Interior que terminaron fusionados en La Libertad Avanza.
Sin intenciones de liderar un nuevo mandato, y con un pie adentro del armado incipiente de Provincias Unidas, Lousteau dejará el lugar libre, y ya empezó la carrera por la sucesión.
Más allá de los matices, todos los nombres que suenan para ocupar la cima partidaria son dirigentes mucho más condescendientes con el Gobierno nacional, lo que marca un cambio de época insoslayable.
El candidato natural y mejor posicionado en la pulseada es el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, el único radical que ganó las elecciones en su distrito sin entregar el armado a un acuerdo asimétrico con La Libertad Avanza.
Otros gobernadores que también se impusieron en sus distritos son el mendocino Alfredo Cornejo y el chaqueño Leandro Zdero, pero en ambos casos el armado estuvo intervenido por la Casa Rosada y el nivel de concesiones al oficialismo nacional fue altísimo en términos del nombre de la alianza electoral (Frente La Libertad Avanza) y de las principales candidaturas en la confección de las listas.
Valdés, junto con su par correligionario santafesino, Maximiliano Pullaro, y de Jujuy, Carlos Sadir, compitieron bajo el paraguas de Provincias Unidas: solo el correntino resultó vencedor y dejó en un lejano cuarto puesto al libertario Lisandro Almirón.
En tal sentido, el gobernador correntino llega fortalecido, con credenciales renovadas a la instancia previa a la designación del próximo titular del Comité Nacional.
“Valdés es el nombre más claro, pero él no ha tomado la decisión”, señalaron con cautela las fuentes consultadas por la Agencia Noticias Argentinas.
Quienes alientan la candidatura de Valdés temen que Cornejo le plante batalla por el control del partido.
“El grueso de los delegados no son violetas ni violáceos”, advirtieron, marcándole la cancha al cornejismo. “Sólo si Cornejo se lanzase, creo que Valdés sale a frenarlo”, aventuraron.
Lo cierto es que hasta ahora Cornejo no dio ninguna señal en concreto de tener intenciones de librar la disputa.
Tener responsabilidades partidarias mientras tiene el deber de administrar la provincia no estaría en los planes del mendocino, en principio.
Otro nombre que se baraja, aunque con menos intensidad, es el del senador nacional por la provincia de Buenos Aires Maximiliano Abad, quien tiene relación con el ex precandidato presidencial -ya retirado de la política institucional- Ernesto Sanz.
Sin embargo, el radicalismo bonaerense atraviesa una crisis inédita por la nula representación que consiguió en las últimas elecciones, lo que diluye seriamente las chances de Abad de ser considerado en la disputa.
Un gobernador de una provincia triunfante como Corrientes o Mendoza tiene hoy un nivel de representatividad mucho más potente que el que puede mostrar el alicaído radicalismo bonaerense.
En algunos círculos se quiso meter en la discusión al experimentado dirigente cordobés e histórico jefe de bloque radical durante una década Mario Negri, pero desde su entorno descartaron de plano esta opción y le aclararon a NA que él "ni siquiera es delegado" en la UCR.
Antes de que tome cuerpo la definición de la conducción del Comité Nacional, el radicalismo deberá resolver la probable reunificación de sus bloques legislativos en la Cámara de Diputados.
En total, quedarán apenas una docena de diputados radicales, pero la condición de posibilidad de lograr la unificación de los dos bancadas (UCR y Democracia para Siempre) reside en que la conducción del bloque de unidad que surja no responda a ninguno de los “extremos”.um2ZIQ
“La idea es que el presidente no sea nadie 'extremo'. A Lousteau no le interesa, no es el problema. El problema es el cornejismo, que podría intentar imponer a Pamela Verasay”, resaltaron fuentes cercanas al ex ministro de Economía y líder de la corriente Evolución radical.
Quiénes son los principales candidatos a suceder a Lousteau al frente de la UCR
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