El referente del sector de remises en la provincia, Juan Carlos De Leonardi, expuso un panorama preocupante sobre la situación del transporte de pasajeros en La Rioja, atravesado por la crisis económica y la reciente irrupción de la aplicación Uber.
“El municipio tiene habilitados unos 750 vehículos, pero hoy no están circulando más de 400 o 500”, indicó De Leonardi, y explicó que la baja en la actividad refleja “una merma alarmante” en la demanda del servicio tradicional.
Según sostuvo, actualmente no existe un relevamiento preciso que permita saber cuántos vehículos están trabajando como remises habilitados y cuántos lo hacen como Uber, ni tampoco si esos vehículos se encuentran en condiciones técnicas adecuadas. “Ni siquiera se controla si están en condiciones de circular”, advirtió.
Dificultades y competencia desigual
El referente remarcó que si bien hoy no están solicitando una actualización tarifaria, reconocen que “en algún momento se va a tener que dar”. Por el momento, consideró que un aumento sería contraproducente: “No creo que estemos en condiciones de pedir un aumento ahora porque sería perjudicial para el mismo sector”, opinó.
Actualmente, las tarifas oficiales se mantienen en $1.000 la bajada de bandera y $100 la ficha, mientras que en horario nocturno el valor asciende a $1.200 la bajada y $120 la ficha.
Respecto de la expansión de Uber en La Rioja, De Leonardi fue categórico: “Todo lo que recauda Uber no queda absolutamente nada en la provincia. No pagan tasas ni contribuciones y no tienen oficina local”.
Redacción Edición Digital de Nueva Rioja.