un importante procedimiento policial sacudió a la ciudad de La Rioja, donde efectivos de la Policía Federal concretaron dos allanamientos que terminaron con la incautación de alrededor de cuatro kilos de cocaína.
El primero de los registros se efectuó en un complejo habitacional ubicado sobre calle Adolfo Dávila, en las inmediaciones de oficinas judiciales. Allí, los uniformados lograron detener a un hombre adulto en cuyo poder se halló parte de la sustancia.
En paralelo, otra brigada actuó en el barrio Santo Tomás de Aquino, al sur de la capital, donde fue reducido un segundo implicado que estaría vinculado al almacenamiento y distribución de la droga.
Las diligencias contaron con aval de la justicia federal y todo lo incautado quedó asentado en el expediente. El principal sospechoso afronta cargos por violar la Ley 23.737 de estupefacientes, que establece penas de cumplimiento efectivo.
Las investigaciones se iniciaron a principios de agosto con tareas de campo e intervenciones telefónicas, en coordinación con la División Enlace de la DAJUDECO. Estas labores permitieron identificar a los integrantes de la banda y determinar su modus operandi.
La investigación continúa abierta para establecer la ruta de ingreso de la cocaína y determinar posibles conexiones con redes de narcotráfico que operan en la región.
Tras los allanamientos realizados el 28 de agosto, los implicados fueron detenidos y trasladados a la sede de la DUOF La Rioja, quedando a disposición del juez federal interviniente, Daniel Herrera Piedrabuena.

El segundo allanamiento tuvo lugar en el barrio Santo Tomás de Aquino, en la zona sur de la ciudad, donde fue demorado otro individuo, hijo del detenido en el primer procedimiento.
Según fuentes policiales, se trataría de un empleado provincial que trabaja en el área de vigilancia de cámaras del 911.

Las investigaciones continúan para determinar el alcance de la red y posibles vinculaciones, mientras que los detenidos quedaron a disposición de la Justicia Federal.