Tres subalternos denunciaron penalmente a una oficial inspectora de la Policía de la Provincia acusada de encerrar y agredir con gas lacrimógeno a once de ellos dentro de una oficina.
El episodio habría ocurrido en la Comisaría Décima y ya interviene la Justicia y Asuntos Internos dependiente del Ministerio de Seguridad.
Un nuevo escándalo sacude a la fuerza policial provincial. Una mujer policía que reviste la jerarquía de oficial inspector, de apellido Vaquel, fue denunciada por encerrar y agredir con gas lacrimógeno a once efectivos recién egresados de la escuela de cadetes y suboficiales de la Policía, integrantes del Comité de Policía de Proximidad.
El hecho habría ocurrido el viernes pasado al mediodía en las instalaciones de la Comisaría Décima, sita en el barrio Los Ejidos, en la zona sur, cuando los jóvenes uniformados se disponían a elaborar un informe sobre la situación de los barrios de la jurisdicción, el cual sería elevado a la Jefatura.
Según las denuncias, la oficial irrumpió con violencia y les habría gritado: “Ustedes no van a hacer ningún informe. A la jurisdicción la manejo yo”.
Acto seguido, cerró la puerta de la oficina y les arrojó una garrafita de gas lacrimógeno, provocando un momento de caos y desesperación entre los presentes.
Los policías afectados intentaron radicar la denuncia, pero en un primer momento se habrían encontrado con negativas internas.
Finalmente, por intervención del fiscal general Dr. Alejandro Gober, un sumariante de la Unidad Judicial N°2 se presentó en la dependencia y tomó declaración a tres de los once numerarios que denunciaron a su “jefa”.
La causa quedó a cargo del fiscal subrogante del distrito sur, Dr. Hugo Costilla, quien deberá determinar la calificación legal de los hechos.
Aunque todavía no hay una imputación formal, la conducta podría encuadrarse en hostigamiento y privación ilegítima de la libertad, según fuentes judiciales consultadas.
Sumario
Ante la gravedad del caso, desde la Jefatura de Policía se dio inmediata intervención a Asuntos Internos dependiente del Ministerio de Seguridad, que inició un sumario administrativo contra la oficial. No obstante, hasta la jornada de ayer, la denunciada continuaba prestando servicio en la misma dependencia, lo que generó malestar y preocupación entre otros integrantes de la fuerza.
Por otra parte, fuentes policiales consultadas señalaron que Vaquel ya contaría con antecedentes disciplinarios y otros sumarios por conductas similares, lo que profundiza las dudas sobre los controles internos y los mecanismos de supervisión dentro de la fuerza de seguridad.
El episodio, que pone en evidencia las tensiones y abusos jerárquicos puertas adentro de la institución, constantemente denunciados mediáticamente por policías en el anonimato, vuelve a exponer la necesidad de una revisión profunda en los protocolos de disciplina y convivencia policial.
Suele pasar con mucha cotidianidad, según integrantes de la misma fuerza de seguridad, que la autoridad se convierte en abuso de poder.
Una oficial de la Policía de Catamarca encerró a once policías y les arrojó gas lacrimógeno
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