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Cultura La columna de Paula

Ann Lowe, una mujer no reconocida en su tiempo

La falta de reconocimiento, valoración o ninguneo no son sello solamente de nuestro enfermizo Siglo XXI, datan desde siempre y van de la mano de la ignorancia que marca a las personas carentes de formación.

Por Lic. Paula Monsberger

Vivimos hoy en una sociedad donde la cantidad de seguidores de Instagram o Face determina si sos importante, reconocida, famosa o no. Qué tristeza no haber evolucionado en nada importante tantos años después y seguir discriminando a las personas por su color, condición social, orígenes, ideas o pensamiento. La falta de reconocimiento, valoración o ninguneo no son sello solamente de nuestro enfermizo Siglo XXI, datan desde siempre y van de la mano de la ignorancia que marca a las personas carentes de formación como "personas", no teniendo nada que ver ni con la clase social o los estudios o no que los preceden.

Quiero contarles una historia, la de una mujer no reconocida: Ann Lowe, mujer de origen afroamericano, nacida a fines del siglo XIX, diseñadora de modas y proveniente de una familia de modistas. Ann había heredado el oficio de parte de su madre y abuela y su talento de manos de Dios. Cursó sus estudios en la nombrada escuela de diseño S.T. Taylor en Nueva York. Lo llamativo es que lo hizo separada del resto de las demás estudiantes. Pese a ser discriminada por su origen de color, Ann fundó su primer Atelier en el barrio de Harlem, y el segundo en Lexington Avenue en Nueva York, llegando a vestir a todas las damas de alta sociedad neoyorquina. 

Ann fue la primera afroamericana en convertirse en una prestigiosa diseñadora, pese a no ser siempre reconocida. El día que Jackie Kennedy Bouvier se casará con John F. Kennedy y le preguntaran por la creadora de su fabuloso vestido de novia, Jackie sólo respondería que había sido elaborado por "una modista de color". ¿Cuántas veces escuchamos o leemos este tipo de respuestas o no respuestas? ¿Cuántas veces mujeres como hombres no son reconocidos o valorados sino mucho después del paso del tiempo o tal vez nunca llegan a serlo? 

Mujer de talento y garra, Ann Lowe, logró salir adelante y sortear el incidente que le hiciera perder el trabajo de más de dos meses, cuando una pérdida de agua en su Atelier destruyera todos los vestidos para la boda de Jackie Kennedy. Nadie supo nunca que realizó el vestido de novia y el de las damas de honor nuevamente en menos de 15 días. Tenaz y resiliente, obstinada y excéntrica para la moda entre los años 20 y 60, siendo la elegida en secreto por la mayoría de las damas de alta sociedad para confeccionar sus trajes y vestidos. 

Ann se consideraba a si misma una "snob" y fue siempre muy selectiva para elegir a sus clientas, ella cosía para las familias del Registro Social de Estados Unidos, como los Roosevelt, los Rockefeller, Lodge, Du Pont entre otras, no para los advenedizos, decía ella misma. Su gran motivación en aquellos tiempos, no era la fama ni la fortuna, sino demostrar que una persona de color podía llegar a ser una gran diseñadora de moda. Nunca obtuvo grandes dividendos por su trabajo, hasta llegó a estar en quiebra en la época más importante de su carrera. 

Pese a que no siempre la dejaron entrar por la puerta principal para entregar sus diseños, eso no la detuvo para convertirse en una pionera de la moda, recibiendo en el año 1961 el premio "Couturier of the Year". Pese a vestir a las mujeres de alta sociedad, haber realizado el traje de novia de Jackie Kennedy Bouvier, recibir premios por su labor como diseñadora, o confeccionar el fabuloso vestido con el que Olivia de Havilland recibió el Oscar por su papel en La vida íntima de Julia Norris en 1947 (siendo atribuido su diseño a Sonia Rosenberg en vez de a ella), Ann Lowe no recibió en vida el reconocimiento merecido por su trabajo. 

La sociedad es injusta a veces con quien no lo merece. El premio al mérito y al trabajo no siempre toma de la mano a quien cruza la calle con esfuerzo y limitaciones para lograr eso que ama hacer en su vida. A pesar de no haberle dado la mano en vida, y haber sido una mujer no reconocida en su tiempo, el legado de los diseños de Ann Lowe, se encuentran en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, como así también otros se exhiben en el Museo Nacional de Arte y Cultura Afroamericana, en Washington y en la exposición sobre moda negra que se encuentra en el Museo del Fashion Institute of  Technology en Manhattan.

Esperemos que la historia de la vida, la reconozca y recuerde como una habilidosa y especial mujer, que modificó los paradigmas y dogmas de una época, pese a no ser reconocida por su labor en su tiempo. 

¡Hasta un próximo reconocimiento, estimado lector!

LA AUTORA. Paula Monsberger es: Magister en Relaciones Internacionales. Lic. en Ciencia Política, Relaciones Internacionales y Comercio Internacional. Profesora de Alemán. Maestra en Declamación y Recitado. Conductora de Radio y TV. Actriz.

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