Por Lic. José María Leiva
Durante los últimos 5 años, y sobre todo en los últimos 3 años, han sucedido cuestiones a nivel mundial, nacional, regional y local que como profesionales nos atraviesa en el día a día. Seguramente cada un@ de nosotros hemos ido planteando diferentes posicionamientos desde donde actuar ante el quehacer diario profesional... Diferentes teorías nos permiten responder a un tipo de "perspectiva" del cual intervenir. Aunque en diferenciadas ocasiones hemos podido visualizar y de algún modo sentirnos en reiteradas ocasiones (y que no es solo de nuestra profesión) dueños de la verdad...
Obviamente que la vorágine del día a día, esa pausa que no nos hemos permitido en las situaciones diarias nos expone a actuar así... Ahora la pregunta, ¿desde qué lugar actuamos? ¿...desde nuestro lugar como Profesionales? ¿...desde nuestra visión ideológica política adherida a un marco teórico? ¿O solo actuamos por dar respuesta inmediata en nuestra práctica? ¿O ahora en las redes que está muy de moda?
Se aclara que no se trata de juzgar, sino de interpelarnos... esa pausa qué tal vez muchos de nosotros no nos la hemos permitido,y volver a sentir que además de que existe una trayectoria profesional, existe una trayectoria personal... el cual ambas deben complementarse... ¿Cuántas veces durante nuestro recorrido estudiantil hemos escuchado hablar de esto? Infinidades de veces... ¿Lo hemos aprendido? Pero además, ¿que implica esa trayectoria personal?...
Desde el sentido común, en mi opinión, es considerar en cada momento lo humano, el sentido común de la vida, o tal vez darnos contra la pared y decirnos actuar desde el lugar correcto...
El generar espacios para las instituciones, la familia, y la persona específicamente por medio de la escucha y la intervención, en un marco de considerar y hablar en términos de complejidad, nos permitirá mirarnos y conocer esa realidad del cual actuamos... Nos conllevará tal vez a actuar cómo equipo, a romper con ese grado de soberbia y de egoísmo (con el resto y con nosotros mismos) de que nos permita seguir aprendiendo, después de todo, deberíamos ser especialistas en aprendizaje, ¿o no? Y de aprender se aprende todos los días...
Seguramente al leer estas líneas (y también lo pienso), esto es como algo utópico y egoísta en el mundo, ya que sería una lucha constante con nosotros mismos, pero si no nos permitimos ante esta realidad que nos atraviesa, no solo quedaríamos en "falta" ante la ética profesional; sino que volveríamos al punto de que no consideraríamos al "Otro" , al otro cómo ser humano... al otro cómo ese alguien que nos retroalimenta todos los días, no solo en el plano profesional sino además en lo personal.
Devolverle al mundo y a la vida un poquitito de ese plus, el sacar un poquito más de lo que puede el resto nos pondría en un lugar mejor; qué seguramente en ocasiones no lo decimos o admiramos ante una intervención, pero qué bueno estaría que el mundo fuera un lugar mejor si actuaríamos del posicionamiento correcto todos los días, no solo por los otros, sino por uno mismo, por una sociedad más justa, pero por sobre todo, para seguir aprendiendo cada día...
Que este mes que nos permite resignificarnos como psicopedagogos, nos permita sentar las bases día a día, desde una profesión que transmita saber, aprender, escucha, humildad y sentido común... Actuar desde lo correcto...
EL AUTOR. MP N° 232. Miembro del Equipo de Orientación Escolar Esc. Privada Federalito y del Colegio Pre Universitario Gral San Martin. Departamento Academico de Ciencias Humanas y de la Educacion Subsecretaria de Ciencia, Tecnica y Extension. UNLaR.
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