“Quedé descalificada por no saber dónde estaba el retorno”, compartió Belén con sinceridad, reconociendo que la confianza excesiva puede jugar en contra. Sin embargo, lejos de frustrarse, eligió quedarse con lo positivo: la experiencia vivida, el compañerismo y el aprendizaje que deja cada carrera.
Además, agradeció especialmente al profesor José Ortega por la invitación y el acompañamiento, destacando los hermosos días compartidos con gente buena y apasionada por el deporte.
Belén sigue demostrando que su crecimiento como atleta no se mide solo en resultados, sino en la capacidad de superarse, de aprender y de seguir adelante con humildad y entusiasmo. Chamical la acompaña en cada paso, sabiendo que su camino está lleno de esfuerzo, valores y pasión por lo que hace.
Sin dudas, intentará seguir entrenando y preparándose para lo que se viene, ya que tendrá varios desafíos grandes en lo que resta de esta temporada.
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