Según el presidente del club local, Erick Núñez, el incidente se desató mientras el partido se jugaba con unas 100 personas como público. La policía llegó tras el conflicto y no encontró a los agresores, que ya se habían retirado.
● La terna arbitral —compuesta por Raúl Barrionuevo, Matías Navarro y Morena Luna— pidió garantías para continuar. Al no haber condiciones mínimas, dijeron que no podían seguir. Aun así, el presidente del club decidió seguir el evento bajo su propia responsabilidad.
● Los responsables del disturbio fueron identificados, pero ya no estaban en el lugar cuando llegó la policía. Se iniciarán actuaciones contravencionales. El hecho reaviva el debate sobre la seguridad en partidos de divisiones menores.
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