El número de muertos por las fuertes lluvias que provocaron inundaciones en el estado brasileño de Rio Grande do Sul aumentó al menos a 86, según informaron este lunes las autoridades locales, mientras que más de 115.000 personas quedaron desplazadas.
La cifra de víctima podría aumentar de forma considerable, ya que el domingo se informó de que había 134 desaparecidos, frente a los 70 del día anterior, de acuerdo con datos brindados por la autoridad estatal de Defensa Civil. También indicó que se está investigando si otras cuatro muertes están relacionadas con las tormentas.
Las inundaciones provocadas por las tormentas de los últimos días afectaron a más de dos tercios de los casi 500 pueblos y ciudades del estado de Rio Grande do Sul, fronterizo con Uruguay y la Argentina, dejando a más de 115.000 personas desplazadas.
Las inundaciones destruyeron rutas y puentes en varias zonas. También provocaron corrimientos de tierras y el derrumbamiento parcial de una presa en una pequeña central hidroeléctrica.
Más de 400.000 personas estaban sin electricidad el domingo por la noche, mientras que casi un tercio de la población del estado carecía de agua potable.
En Porto Alegre, la capital del estado, el lago Guaiba se desbordó, alcanzando el nivel de agua más alto registrado, según el servicio geológico nacional. El aeropuerto internacional suspendió todos sus vuelos desde el viernes pasado.
En la ciudad de Canoas, cerca de Porto Alegre, Julio Manichesque, de 76 años, fue rescatado por voluntarios tras permanecer desde el viernes en el tejado de la casa donde vive desde hace 52 años. "Nunca había visto tanta agua", afirmó.
Muchos voluntarios también arriesgaron su seguridad durante las labores, utilizando pequeñas embarcaciones, motos acuáticas y kayaks.
Fabiano Saldanha, de 30 años, contó que él y tres amigos rescataron a unas 50 personas con motos acuáticas desde el viernes en islas que forman parte de Porto Alegre. "Lo único que oímos cuando entramos en una calle es 'ayuda', 'ayuda'", declaró a la agencia de noticias Reuters.
Durante su discurso semanal en la Plaza de San Pedro de la Ciudad del Vaticano, el Papa Francisco señaló el domingo que está orando por la gente del estado: “Que el Señor reciba a los muertos, consuele a sus familias y a todos aquellos que tuvieron que abandonar sus hogares”.
Declaran el estado de calamidad
El Gobierno de Brasil, en cabeza del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, decretó estado de calamidad en 336 de los 496 que conforman el estado meridional de Río Grande do Sul, luego de las inundaciones que provocaron las fuertes lluvias, las cuales alcanzaron niveles que no ocurrían desde 1941.
Con una población de 11 millones de habitantes, Rio Grande do Sul tiene un total de 496 municipios, de los cuales 385 han sido afectados.
Las zonas afectadas abarcan desde la ciudad principal del estado, Porto Alegre y otras zonas densamente pobladas como Canoas y Caxias del Sur. En estos puntos del sur de Brasil, el agua llegó hasta los cinco metros de altura.
En este contexto, los videos compartidos en redes sociales muestras la grave situación por la que atraviesan miles de familias, quienes tuvieron que subirse a los techos de sus casas para salvar sus vidas y evitar posibles saqueos.
Los pronósticos meteorológicos anuncian nuevas lluvias en zonas ya azotadas por los temporales debido a un nuevo frente frío que provocará fuertes precipitaciones en los próximos días en el extremo sur del país.
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