Durante el tratamiento del proyecto, la diputada Gabriela Amoroso explicó que la antigua normativa “fue oportuna en su momento”, pero respondía a una lógica más conceptual. En cambio, el nuevo protocolo establece una guía precisa de acción para los organismos que deben intervenir ante denuncias por violencia de género, como las fuerzas de seguridad, el Poder Judicial, el sistema de salud y la Secretaría de la Mujer, entre otros.
Uno de los aspectos destacados del nuevo marco es la incorporación del formulario único de denuncias, que ya se encuentra en vigencia. Según detalló Amoroso, este instrumento “es extenso y bien preciso para que cada institución que aborda la problemática pueda contar con toda la información necesaria para actuar de manera eficaz y coordinada”.
La legisladora también expresó un deseo esperanzador respecto a la aplicación del nuevo protocolo: “Ojalá no se utilice nunca, porque cada vez que se aplica quiere decir que hay una mujer con sus derechos vulnerados, una mujer lastimada, una sociedad que discrimina y violenta. Muchas veces, las víctimas no saben cómo, ni dónde, ni de qué manera salir de ese círculo de violencia perverso que las sumerge en el silencio y la soledad”.
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