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El gobernador visitó, en la mañana de este viernes, el departamento Chamical para constatar el avance de las obras sobre el Río Tirante y el Dique La Aguadita que el Gobierno de la provincia lleva adelante en la cabecera departamental, la cual sufrió las consecuencias del temporal durante el mes de enero.
Durante una visita a las obras de recuperación en Chamical, el gobernador destacó el esfuerzo realizado por la empresa Denso Mora, Aguas Riojanas y el equipo de Ipalar para prevenir futuros desbordes del río Tirante, como ocurrió en el barrio Tiro Federal. La obra monumental busca proteger el dique Trabasa, permitiendo que el agua fluya hacia el dique La Aguadita. Además, se está llevando a cabo un estudio para evaluar la capacidad del dique La Aguadita y asegurar un vertedero adecuado para el agua excedente.
El primer mandatario provincial abordó el impacto de la lluvia, destacando tanto sus beneficios como sus perjuicios, y enfatizando cómo las inundaciones afectan a familias que ya enfrentan situaciones difíciles, invadiendo sus hogares y limitando su movilidad. Remarcó que “estamos haciendo todo lo humanamente posible para tratar de resolver el problema de fondo y, momentáneamente, el problema de emergencia para evitar que suceda lo que sucedió la última vez” y advirtió a la comunidad sobre la probabilidad de que continúen las lluvias y la necesidad de estar preparados para cualquier eventualidad.
Además, hizo hincapié en la importancia de la obra que se está realizando sobre el Río Tirante, que beneficiará principalmente a los vecinos del barrio Tiro Federal. “Es una obra de gran magnitud, con mucho equipamiento pesado, que consiste en desviar el agua que generalmente viene aquí hacia el Dique La Aguadita. Para eso, tienen que trabajar bajando el nivel del agua para que, por gravedad, pueda fluir. Eso se está haciendo ahora”, indicó.
“También –continuó– se cavó y se limpió el río. Pedimos a la gente que sea solidaria, que no tire basura, y que, si ve una rama en el río, la saque para evitar que se repita lo que sucedió la última vez, cuando se arrastró mugre, basura y ramas que generaron un tapón. Esto provoca el desborde del agua y los problemas que causaron”.
El gobernador valoró el esfuerzo de las autoridades provinciales y municipales para lograr que los vecinos tomen conciencia sobre “la necesidad de cuidar el entorno. No se puede controlar la naturaleza, y hay un cambio climático muy importante en todo el planeta que está generando inundaciones, sequías, incendios, terremotos, etcétera. Tenemos que tratar de estar preparados para actuar de la mejor manera, con la mayor rapidez posible y ofreciendo soluciones a nuestra comunidad”.
Argumentó que a esta obra “hay que mantenerla, perfeccionarla y mejorarla. Hay que incorporar recursos para que cada día esté más sólida, ya que fue bien pensada, pero es necesario trabajar en el mantenimiento y las mejoras”. “Nosotros vamos a tratar de programar un trabajo de estas características para que la gente esté más tranquila desarrollando su proyecto de vida en el lugar donde decidió vivir”, agregó.
Para culminar, el gobernador comentó sobre los trabajos que el Gobierno provincial realiza en Patquía, departamento Independencia, donde la tormenta del lunes 24 ocasionó serios daños: “Estamos tratando de restituir lo que la gente había perdido, arreglar las casas que se deterioraron producto de la invasión de barro, y vamos a tratar de mejorar las condiciones de vida de la gente, dándoles tranquilidad de que esta situación grave por la que atravesaron no vuelva a suceder”.
Sobre los trabajos de recuperación
Tras el fuerte temporal del 26 de enero que provocó el desborde del río Tirante e inundaciones en Chamical, el gobernador Ricardo Quintela solicitó al Ministerio de Agua y Energía colaborar con el municipio para las tareas de recuperación y restablecimiento del servicio de agua. Se llevaron a cabo diversas acciones, incluyendo la construcción de un muro de contención en el río Tirante para reencauzar su traza desviada por el agua. Este muro se realizó con piedras grandes y arena, utilizando maquinaria para el desvío del cauce.
Además, se limpió y desbarro el lecho del río en la zona urbana para aumentar la profundidad y mejorar el flujo del agua en futuras crecidas. Estas acciones resultaron efectivas, ya que una lluvia de 150 mm el 27 de febrero no afectó a los barrios.
Finalmente, se trasladó el agua acumulada en un muro de contención cerca del dique La Aguadita, utilizando una bomba sumergible conectada a cañerías, para asegurar que el volumen de agua no causara problemas y poder utilizarla en el sistema de distribución de agua potable de la ciudad.
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