Este procedimiento permitirá la prevención de incendios urbanos, que se ocasionan por la acumulación de hojas que, en su mayoría, la comunidad quema para evitar el estancamiento en volumen.

Además, esta práctica genera otros usos a favor del ambiente y para el desarrollo circular de la economía de todas y todos los riojanos; con la expectativa de que, en un futuro, este material orgánico obtenido se valorice para sus múltiples usos.
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