Este 1° de julio se recuerda el 51º aniversario del fallecimiento del General Juan Domingo Perón, ocurrido en 1974 mientras ejercía la presidencia. Aquel día marcó la despedida de quien fue, sin dudas, el principal impulsor de la mayor transformación política, económica, social y cultural de la Argentina contemporánea.

Perón, fundador del movimiento justicialista, se erigió como un conductor de masas con una doctrina sencilla y profundamente arraigada en el sentir popular. Su propuesta de una “tercera posición” logró consolidar una revolución social que favoreció el nivel de vida de millones de argentinos, especialmente de los sectores trabajadores y más vulnerables, históricamente excluidos de los beneficios del progreso.
Los pilares de su proyecto, basados en la soberanía política, la independencia económica y la justicia social, continúan vigentes y son motivo de análisis y debate a nivel mundial. Su obra de gobierno, iniciada formalmente en 1946 pero gestada previamente desde la Secretaría de Trabajo y Previsión, impulsó el desarrollo industrial y mejoró la organización social del país, sentando las bases de un nuevo modelo nacional.
A más de medio siglo de su muerte, la vigencia del peronismo como fuerza política es innegable. Desde el retorno de la democracia en 1983 hasta la actualidad, el movimiento peronista sigue siendo protagonista de la vida institucional argentina, en un hecho sin antecedentes para una fuerza política surgida hace casi 80 años.

Sobre Perón y su legado se han escrito innumerables páginas que repasan sus dos primeros mandatos, la labor social encabezada por Eva Perón, el derrocamiento de 1955, el largo exilio y proscripción, su regreso en 1973 y el breve tercer gobierno que terminó con su fallecimiento. Tras su desaparición física, la historia argentina vivió nuevos capítulos dramáticos, incluida la dictadura militar de 1976 que interrumpió la presidencia de su tercera esposa, María Estela Martínez de Perón.
Hoy, a 51 años de aquella jornada de luto nacional, el nombre de Juan Domingo Perón sigue vivo en la memoria colectiva, como símbolo de lucha por la dignidad del pueblo trabajador.
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