El coordinador del área de Artrópodos y Animales Ponzoñosos, Cristian Bizzotto, informó que desde enero hasta octubre se registraron 132 casos de picaduras de alacranes en La Rioja, una cifra que se acerca al promedio anual que oscila entre 150 y 200 pacientes atendidos solo en el Hospital de la Madre y el Niño. Si se suman los casos del Hospital Vera Barros, el número asciende a más de 500 afectados por año.
Bizzotto destacó la presencia en la provincia de dos especies de interés sanitario: Tityus trivittatus y Tityus carrilloi, cuyas picaduras pueden derivar en cuadros leves, moderados o graves. Aunque no se han registrado muertes este año, enfatizó la importancia de actuar con rapidez: “Siempre hablamos de la media hora de oro, porque cuanto antes se realiza la consulta médica, mejor será el pronóstico”, explicó.
Atención inmediata: Bizzotto recomendó dirigirse directamente al Hospital de la Madre y el Niño, donde están disponibles los antídotos y el personal capacitado para realizar una evaluación clínica.
Indicó que no todos los pacientes requieren la aplicación del antiveneno, pero todos deben permanecer en observación al menos seis horas, ya que los síntomas pueden agravarse con el paso del tiempo.
Síntomas de alarma:
- Dolor intenso e inmediato en el sitio de la picadura.
- Llanto súbito e inconsolable en niños (suele ocurrir de madrugada).
- Vómitos, dificultad respiratoria o síntomas cardíacos, que indican un posible caso moderado o grave.
La recomendación para todo paciente, en especial niños, es no perder tiempo en centros de salud que no tengan disponibilidad de antídoto y acudir directamente al Hospital de la Madre y el Niño. “No hace falta llevar el alacrán, pero si lo encuentran, sirve para su análisis. Lo esencial es ir urgente al hospital”, concluyó el especialista.
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