“Vamos a ver qué sale de esto” indicó uno de los hombres mientras cocinaban milanesas en plena obra. “Aceite en pala” fue su peculiar método.
Colocaron una de las milanesas sobre la chapa caliente y comenzó a sonar el típico sonido de la fritura. “Que Dios nos bendiga señores”, exclamó al aire el ayudante de cocina.
Así mediante la filmación con su teléfono, los trabajadores mostraron cómo “va quedando el almuerzo del día de hoy” junto a una torre de milanesas listas para ser consumidas luego de una larga mañana de trabajo.
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