La Cuaresma es un tiempo litúrgico importante para la Iglesia Católica que inicia con el Miércoles de Ceniza y culmina con la celebración de la Pascua. Durante estos 40 días, los fieles son llamados a la reflexión, la conversión y el acercamiento a Dios mediante la oración, el ayuno y la caridad.
El Obispo de La Rioja, Monseñor Dante Braida, explicó que este período tiene un profundo significado espiritual, ya que prepara a los cristianos para vivir el misterio central de la fe: la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. “El apóstol San Pablo nos dice que, si Cristo no resucitó, nuestra fe no tiene sentido. La Cuaresma nos invita a prepararnos para este acontecimiento fundamental”, afirmó Braida.
El Miércoles de Ceniza, que este año se celebra este 5 de marzo, marca el inicio de este tiempo de preparación. Durante las ceremonias, los fieles reciben la imposición de ceniza en la frente, un signo que simboliza la fragilidad humana y la necesidad de renovación espiritual. “Es un gesto muy antiguo que nos recuerda la importancia de convertirnos y creer en el Evangelio”, destacó el Obispo.
Además, este año la Cuaresma se enmarca en un contexto especial, ya que la Iglesia celebra un Año Jubilar, un tiempo de gracia y renovación de la fe que ocurre cada 25 años. “Este año jubilar nos invita a vivir la Cuaresma con un renovado espíritu de alegría, sabiendo que Dios está con nosotros y nos llama a una vida plena”, agregó Braida.
En este sentido, el Obispo alentó a la comunidad a aprovechar este tiempo para acercarse más a Dios, participar en las celebraciones litúrgicas y fortalecer la vida espiritual. “Es una oportunidad para revisar nuestra vida, buscar la reconciliación y reforzar nuestra fe”, concluyó.
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