El 8 de agosto se celebra el Dia del Orgasmo Femenino, una gran oportunidad para hablar de placer de manera positiva, compartir contenido educativo sobre sexualidad y, sobre todo, para aprender a disfrutar del placer sin tabúes.
Somos una generación bisagra, no hemos recibido Educación Sexual de calidad y, sin embargo, intentamos responder a las preguntas y a las inquietudes de una nueva generación que nos mira y espera esas respuestas. ¿Desde qué lugar podemos responder a aquello que no sabemos? ¿Cuánto sabemos acerca de sexualidad para poder hablar del tema?
Es curioso que, aún hoy, en pleno 2024, en la era del inicio de la inteligencia artificial, a muchas mujeres les cueste aun hablar de sexo, e inclusive, no puedan identificar dentro de su propio placer la experiencia única del orgasmo.
Durante siglos la sexualidad femenina, el placer y, por supuesto, el orgasmo, fueron silenciados, menospreciados, motivo de vergüenza, e inclusive, de castigo. Durante años, la sociedad creyó que las mujeres necesitaban “masajes” para calmar su malestar, se llamó histeria a la excitación femenina, se la patologizó. Los médicos victorianos, con las salas de espera repletas, realizaban masajes vaginales para curar la “enfermedad de las mujeres”. Y si entendemos que hasta hace un puñado de años en la Historia de la Humanidad, el placer, el goce y el orgasmo femenino fueron un tabú, podemos hacer una relectura y celebrar que exista un Día del Orgasmo.
Hoy, afortunadamente, podemos divulgar contenido educativo, experto y de calidad, porque es ese silencio al que estamos desafiando, resignificando, acompañando a miles de mujeres en todo el planeta a levantar su voz y reconocer su placer como un derecho: el derecho al goce.
Entonces, así como hablar de sexualidad femenina sigue siendo un tabú a derribar, hay un tema en particular que genera todavía más prurito: la menstruación, esa función natural del cuerpo humano, que es simplemente la expulsión de sangre y tejido endometrial del útero a través de la vagina, que significa la ausencia de embarazo. Es cíclica, en general, cada 28 días, e inicia con la menarca, entre los 12 y 14 años, y finaliza con la menopausia, cerca de los 50-52 años.
Si consideramos que nuestra esperanza de vida es de un promedio de 80 años, estamos entre 30 y 40 años menstruando y, aunque la menstruación represente un tercio de la vidas, no es un tema habitual entre las parejas hétero. Existe una gran confusión al respecto. Los varones no tienen información clara respecto a cómo o cuándo menstrúan sus parejas y tampoco saben exactamente cómo ayudarlas a sentirse mejor o qué tipo de gestión menstrual prefieren.
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