En medio de la crisis de la industria y el boom de las compras puerta a puerta, la Cámara Argentina de la Indumentaria está preparando una ley “anti Shein”, según anticiparon fuentes empresariales.
En el sector planean una convocatoria a todos los partidos políticos para sumarse a la iniciativa.
El proyecto impulsará controles ambientales, niveles de toxicidad, certificados de origen, cambios arancelarios e impositivos, entre otras cuestiones.
Aseguran que por las conductas anticompetitivas están teniendo un crecimiento exponencial y superan los 105 millones de usuarios en la región. En junio de este año el parlamento francés sancionó una norma que están utilizando como modelo.
Si la industria es uno de los sectores más golpeados por la crisis, dentro de ese universo el rubro textil lidera todos los índices de caída.
Durante el segundo trimestre de 2025, cinco de cada diez empresas del sector registraron un desplome en sus ventas respecto del mismo período en el año anterior y la merma promedio fue del 7%.
Al ampliar la mirada a los últimos dos años, el panorama se agrava: ocho de cada diez empresas redujeron sus ventas y la caída promedio alcanza el 28%.
A la fuerte recesión que golpeó los bolsillos de los consumidores a lo largo de todo 2024, se suman dinámicas particulares como la suba de costos en dólares y la apertura importadora.
Este último punto, golpeó aún más fuerte al sector textil indumentaria por el boom de las compras puerta a puerta, particularmente en plataformas como Shein y Temu, que según fuentes del sector empresarial actúan con condiciones anticompetitivas.
Según la empresa de inteligencia de mercado Sensor Tower, los usuarios activos de Temu en Latinoamérica crecieron un 143% y alcanzaron los 105 millones.
El exviceministro de Economía, Emmanuel Álvarez Agis, dijo que “el Gobierno está priorizando un objetivo de cortísimo plazo”, porque esas prendas que los consumidores encuentran con precios más baratos “son las mismas que los dejan sin empleo”.
En ese sentido, el titular de la consultora PxQ destacó que en muchos casos los precios de las prendas están incluso por debajo del de las materias primas, por lo que hay una conducta como mínimo irregular y no descartó que estos procesos incluyan trabajo en condiciones precarias.
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