Por Fernando Viano
Carolina Mama debuta como solista con su primer disco, “Amina”, un proyecto donde cada una de sus diez canciones forma parte de un relato que invita al cambio, a levantar la voz y a actuar. En estas composiciones, la artista explora las luchas y celebraciones de la feminidad, dando visibilidad a historias que muchas veces han permanecido silenciadas. Musicalmente, el disco refleja las raíces de Carolina, combinando el folklore latinoamericano y africano con matices de jazz. Aquí, la cantante logra entrelazar sus universos creativos, utilizando tanto el sonido como la narrativa cinematográfica para ofrecer una experiencia envolvente que celebra la fuerza, la belleza y la resiliencia de las mujeres alrededor del mundo.Sobre su obra, Carolina afirma que “es un viaje profundo y conmovedor por el corazón de la feminidad. Para quienes aún no conocen mi trabajo, Amina es la introducción ideal: audaz, delicada, con raíces y revolucionaria”. El nombre del disco hace referencia a una joven marroquí que se suicidó en 2012 después de ser obligada a casarse con el hombre que la violó a los 15 años. Esta historia, junto con la participación de Carolina en el movimiento Ni Una Menos, tuvo un impacto decisivo en su vida y se convirtió en el motor de este proyecto.En los meses previos al lanzamiento, la cantante, compositora y cineasta argentina presentó varios adelantos: los singles “Amina”, “Bajo el silencio” -junto al reconocido productor hondureño Trooko-, “Dos Almas” en colaboración con Mat Alba, y “Vestida de Melodía”.Más que un disco, “Amina” es un testimonio sonoro que rescata voces a menudo ignoradas. Es una invitación a recordar nuestras raíces, a imaginar un futuro distinto y a celebrar el poder femenino en toda su complejidad y grandeza.En ese marco de búsqueda de trascendencia artística, pero con los pies sobre la tierra, Carolina abre las puertas de su espacio a 1591 Cultura+Espectáculos para hacer un recorrido en profundidad sobre su primera experiencia solista, pero también sobre una trayectoria que, paso tras paso, la trajo hasta este presente musical que la define y la proyecta. “Es como que llegamos a ese momento después de muchos años de trabajo, sabiendo que se viene un empuje más grande”, afirma desde Nuevo México, donde sigue trabajando con la música, que es su lugar en el mundo, aunque no el único.
¿CÓMO ESTÁS VIVIENDO ESTE PROCESO DEL NACIMIENTO DE TU PRIMER DISCO SOLISTA? ¿CÓMO ESTÁS ATRAVESANDO ESA CARGA QUE ES EMOCIONAL, PERO TAMBIÉN POLÍTICA?
Emocionalmente creo que sacar un disco es un proceso muy largo; está todo el proceso de composición y cómo uno va armando, generando, después buscando a los músicos indicados, encontrando el lugar para grabar, todo el proceso de postproducción. Es interesante, porque mucha gente quizás piensa que al salir el disco es solo eso: ‘salió el disco’, pero en realidad es ahí cuando empieza el trabajo más grande para los artistas. Llegamos a ese momento después de muchos años de trabajo, sabiendo que se viene un empuje más grande. El proceso que se viene ahora, para adelante, es como los primeros pasos, como empezar a alimentar ese bebé y hacerlo crecer. Emocionalmente por un lado está el orgullo de haber hecho mi primer disco solista; he trabajado siempre con bandas, pero esta es la primera vez que saco música bajo mi nombre, y creo que la gente está recibiéndola muy bien, ya sea dentro del ambiente artístico que me rodea, los músicos, los colegas, como la misma audiencia, el público. Pero también emocionalmente es complejo, porque sé que ahora viene un gran trabajo de mi parte para hacer crecer el disco. Y uno llega a estos lugares como artista independiente, con cierto cansancio, porque son muchos años de trabajo, así que navegando un poco eso. Desde lo personal, desde lo emocional, estoy muy movilizada, el disco está creciendo un montón, hay mucha gente que está movilizada. Desde el lado político, creo que este disco es necesario en este momento; creo que es un disco bastante movilizador. Y es fuerte también eso: uno saca el disco y el disco empieza a cobrar vida, ya es una obra de arte que más allá de que está linkeada a mí, tiene su propio proceso. Entonces también es interesante ver la devolución política que el disco va teniendo, sabiendo que yo planteé este disco desde un lugar bastante político.
Y EN TIEMPOS REALMENTE COMPLEJOS...
Creo que eso también es interesante, porque hay como dos lados: está el lado de que quizás si el disco hubiese salido en otro momento político hubiese tenido otro tipo de explosión, por decirlo, pero también siento que al salir en este momento político, en la complejidad que tiene hoy el mundo, tiene otro alcance. Y como es un disco de resistencia, es también un disco de llamado a activar. Por un lado puede ser complejo, puede haber censura de ciertos tópicos en ciertos medios, pero por otro lado siento que los medios o las personas que decidan hablar de este disco lo van a hacer con mucha más potencia, justamente por el momento político en el que estamos. Me gusta esa expresión en inglés que es ‘mismatch feelings’, como que tengo sentimientos encontrados, una mezcla de sensaciones.
BUENO, PERO JUSTAMENTE, ¿CÓMO SE DIO ESE PROCESO, PARTIENDO DE DISPARADORES TAN FUERTES? ¿CÓMO SE DIO ESE PROCESO INTERNO DE TRANSFORMAR EL DOLOR Y LA INDAGACIÓN EN UN PRODUCTO ARTÍSTICO?
Esas dos cosas que nombraste, el dolor y la indignación -y también te diría el enojo-, forman parte de la protesta. Son emociones que son difíciles de transformar. En este punto tengo que hablar del privilegio que siento como persona de haber tenido el apoyo de una comunidad y de gente, ya sea a nivel político, a nivel social, a nivel amistad, que siempre me acompañó en este proceso de poder atravesar esto. Soy muy afortunada de tener gente muy linda al lado mío que me ayudó a atravesar este proceso, que no es un proceso que yo pueda hacer sola. Hay un proceso interno, obviamente, de trabajar las emociones, pero también tiene que haber una comunidad que reciba eso y que te ayude a expandirlo. Y creo que ahí está la clave. Es para mí un gran honor tener toda esa cantidad de músicos, toda esa cantidad de gente y los lugares que me contratan para tocar, que dicen: ‘Esto sí, esto hay que hacerlo, esto es importante’. El proceso de transformación es duro, no es un proceso sencillo, pero lo que me resulta interesante, y también pasa mucho en la audiencia, es que dentro de ese dolor, dentro de esa indignación, dentro de ese enojo, está la celebración de lo que significa ser una mujer y la celebración de lo que significa luchar por los derechos de la mujer. Es muy importante también tener los dos lados, es decir, yo puedo ser una persona política, puedo hablar de las complejidades de lo que significa la violencia de género, pero también puedo hablar de lo que significa ser una mujer que está todavía acá, que sigue creciendo, que tiene la capacidad de educarse, de seguir tocando, de seguir componiendo, y de poder hablarlo. Entonces, también está esa celebración del recuperar mi voz y poder darle voz a otras personas; saber que a través de la voz, a través de la comunicación se puede hacer muchísimo en el proceso de sanación de una persona.
TOMO POR EJEMPLO “BAJO EL SILENCIO”, DONDE HAY UN MENSAJE TREMENDAMENTE FUERTE, PERO TAMBIÉN TREMENDAMENTE COTIDIANO, PORQUE SON COSAS QUE SIGUEN PASANDO. Y ESTÁ ESTO QUE PLANTEÁS, QUE PODÉS CONTARLO DESDE TU LUGAR, PERO HAY UN MONTÓN DE MUJERES, NIÑAS Y ADOLESCENTES QUE YA NO PUEDEN HACERLO. ¿CÓMO DEFINÍS ESA MIRADA DE LO FEMENINO QUE PROPONÉS EN TUS CANCIONES?
Pienso en las personas que han sufrido abuso, las personas que se ven perjudicadas por la violencia de género, y sobre todo también la gente que deja de estar en este mundo por eso. ‘Bajo el silencio’ es ‘¿Qué hay detrás del silencio? ¿Qué hay debajo del silencio?’ El silencio es de por sí el primer paso frente a la violencia de género: ‘no cuentes, no digas, no llames la atención, fijate, quizás tu historia está un poco inventada, te lo buscaste, esto te pasó por algún motivo’, y la realidad es que esto suena, es algo cotidiano que sucede en el mundo y sobre todo en este mundo, que es un mundo de guerra, está sucediendo a escalas más grandes. Porque dentro de la guerra, dentro de esos universos, aparecen situaciones mucho más violentas, y para mí el proceso es ver qué hay debajo del silencio. Esa canción para mí es denunciar directamente, sin filtros, lo que sucede. No hay muchas piezas de arte que hablen de esto así, de esa forma. Obviamente hay muchos artistas que yo admiro alrededor del mundo musicalmente y también en otros géneros, que hablan de esto hace años y seguirán hablándolo, pero lo que quise con esa canción fue poder hablarlo directamente. Me llevó mucho tiempo poder escribir esa letra, escribir esa música. Se abre una caja de Pandora al hacer algo así, porque las preguntas que la gente se hace al escuchar esa canción con respecto a mí como persona, como artista, con lo que yo quiero contar es grande. Trabajé mucho para poder hacer eso y sacarlo, porque creo que para llegar a ese lugar y poder enunciarlo así, tenés que tener una formación como persona que te permita atravesar lo que se viene después de esas conversaciones. Y también creo que es interesante lo que se genera en la misma gente que me escribe o que me escucha, que me cuentan sus historias, esas historias que no las hablaban con nadie. La celebración para mí es importante, porque si no es como pensar que todos esos abusos, todas esas muertes están solo pintadas del dolor y de la injusticia, pero esa gente fue y es una mujer. Y hay que celebrarlas. Por eso llamamos al disco ‘Amina’, para honrar a esas personas. Tengo la suerte de estar viva, pero hay muchas mujeres que no. Entonces, creo que ahí hay algo para celebrar, para no olvidarnos de que también esas personas tenían una vida, que sonreían, que tenían familia. Se trata de celebrar la vida de esa persona, la historia de esa persona.
SIN FRONTERAS
En su voz y en su música, Carolina Mama encarna el pulso de un mundo sin fronteras. Cantautora, compositora y artista audiovisual, su obra es una travesía que entrelaza raíces y caminos: el folclore latinoamericano, los ritmos africanos, el jazz, el cine y la palabra se funden en un lenguaje propio, donde cada canción funciona como un territorio en movimiento. Formada entre distintas culturas, la artista entiende la creación como un acto de homenaje y de diálogo: honrar a los maestros, a las músicas aprendidas desde la fuente, y al mismo tiempo desafiar los límites que suelen imponer las etiquetas. Su reciente disco es la síntesis de ese recorrido: una pieza ecléctica (tal y como ella misma se define), profunda y visual que reúne colaboraciones con artistas de distintas latitudes y confirma que, en su universo, la música y la imagen son dos maneras de contar una misma historia.
¿QUÉ TE BRINDA LA MÚSICA? CUANDO UNO ESCUCHA EL DISCO ENCUENTRA MUCHA SONORIDAD, RAÍCES DEL FOLCLORE LATINOAMERICANO, AFRICANO, DEL JAZZ, ELEMENTOS CINEMATOGRÁFICOS TAMBIÉN. ¿CÓMO LLEGASTE A ESE LENGUAJE HÍBRIDO? ¿QUÉ BUSCÁS TRANSMITIR CON ESA FUSIÓN Y QUE ENCONTRÁS EN LA MÚSICA PARA PODER DAR TU MENSAJE?
Como inmigrante me he convertido en una persona sin fronteras. Y también como música y compositora me he rodeado de artistas de todo el mundo que me han influenciado; he tenido la suerte de tener muchos maestros de distintas partes del mundo. Y hay también un proceso de honrar a esas personas, de honrar a esos maestros, de honrar esas músicas que yo he tocado y aprendido desde la fuente. Si escuchás raíces africanas, del norte de África, es porque toco con un maestro del norte de África, y también porque siento que el folclore en general, lo que se llama folk, es un género que a veces es muy bastardeado en la música mainstream. Los artistas que se dedican al folk o son compositores tienen un camino mucho más arduo que el que quizás tenían en los ‘60 o en los ‘70. Desde los ‘90 al 2000 la música, el pop, después el trap, el hip-hop, todo eso ha tomado un gran espacio en la industria de la música. Muchos artistas mainstream que eran compositores terminaron pasando por esos géneros para poder subsistir dentro del sistema. Pero a mí me genera algo de honrar también el folclore. El folclore, si uno lo piensa, es en realidad donde se cuentan las historias de los lugares; ahí nace el folk, es contar lo que está sucediendo. Sin ir más lejos, en este momento estoy en la tierra de los cowboys, en Nuevo México, conocido por los gauchos de Estados Unidos. El country es la música que se escucha acá. Y es interesante, es un género del folk. Me he enamorado del country los últimos años también pasando por estas tierras por eso, porque cuenta la historia de los lugares, habla de los paisajes, habla de las costumbres. Yo tengo mucha influencia Argentina, obviamente se escucha en el disco, en las letras. Y tengo mucha influencia de Latinoamérica, y después tuve la suerte de vivir en Nueva York y aprender música de todo el mundo, y es muy loco cómo los ritmos se cruzan, como hay lugares como el norte de África donde hay muchos ritmos y después escucho una chacarera y digo, ‘eso también está conectado’. Existe esa cosa de entender que la música es un lenguaje universal, y que dentro de ese lenguaje universal están sus dialectos. Es como un diálogo de los dialectos, y no hay que tenerle miedo a tocar música, no hay sentir que una frontera me define como artista, o que porque soy argentina, solo tengo que hacer un tipo de música. Soy una inmigrante a esta altura de mi vida y se trata de eso: de honrar esos dialectos y no tenerle miedo a las fronteras. Esto me hace pensar en Manu Chao, que es un artista que yo escuchaba mucho, cuando él hablaba de que el mundo no tiene fronteras. Están las culturas autóctonas, pero uno puede sentirse identificado con otras culturas e incorporar de eso.
CLARO, PERO TAMBIÉN TENÉS QUE ESTAR DISPUESTA, ABIERTA A ESO... DE HECHO VOS VENÍS DE DIFERENTES ÁREAS ARTÍSTICAS, COMO EL CINE; TU FORMACIÓN MUSICAL ES MUY SÓLIDA, PERO TAMBIÉN ESO SE VISUALIZA EN EL TRABAJO CON LOS VIDEOS, LA NARRATIVA FÍLMICA, LOS CLIMAS QUE SE VAN CREANDO, LOS SILENCIOS, LAS TEXTURAS DEL DISCO, QUE SON MUY VISUALES TAMBIÉN. ¿CÓMO HACÉS PARA QUE DIALOGUEN TODOS ESOS MUNDOS EN TU MANERA DE COMPONER Y DE PRODUCIR? ¿PENSÁS LAS CANCIONES COMO SI FUERAN PEQUEÑAS PELÍCULAS?
Creo que es algo positivo que pueda pensar las canciones como una pieza, como una historia. Dentro de esa historia está la parte visual, está la parte sonora, está la parte de contenido narrativo, y para mí confluye todo. El cine también es una forma de contar historias, entonces he tenido como distintos momentos de mi vida donde he estado quizás con una concentración más fuerte dentro de la música, con una concentración más fuerte dentro del cine. Y al generar una pieza artística que es por su totalidad quién yo soy, con la ecléctica que soy, es importante para mí que las dos dialoguen y confluyan. Y es medio loco también pensarlo para mí, porque no puede una estar sin la otra. Creo que las dos cosas confluyen en mí y se nota en este disco como las dos están viviendo y las dos tienen la misma calidad y se pueden entretejer. No soy solamente una compositora, ni soy solamente cineasta. Soy un artista audiovisual. Creo que la composición es un elemento muy complejo y a mí también me gusta la música compleja, entonces también es como que quise formar y tuve la oportunidad con esa beca en Estados Unidos (para la realización de Amina recibió una beca de la prestigiosa Fundación Cultural Café Royal) de poder encontrar mi propio lenguaje.
Y EN ESE CAMINO DE ENCONTRAR TU PROPIO LENGUAJE, EN ESTE RECONOCERTE TAMBIÉN UNA PERSONA ECLÉCTICA, ¿COMO FUE ESTO DE LAS COLABORACIONES CON OTROS ARTISTAS? ¿CÓMO FUE TRABAJAR CON ARTISTAS COMO TROOKO O MATT ALBA? ¿QUÉ APORTÓ CADA UNO DE ELLOS AL UNIVERSO DE TU DISCO Y A TU PROPIO UNIVERSO?
Creo que con las colaboraciones fui muy afortunada. El disco está coproducido con dos mujeres que son para mí de las mejores músicas que hay en el mundo: Emily Elbert (guitarrista de Jacob Collier y Leon Bridges) y Lau Noah (guitarrista y compositora catalán). Cuando fuimos a grabar se armó una familia con los músicos que están en el disco; detrás del disco hay una bandón, gente que tiene una gran carrera. Cuando terminamos de grabar, los músicos me dijeron: ‘Mirá, este disco es distinto, tenés que ponerle todo; no lo saques a medias, intentá empujar lo más que puedas porque si llegás a los lugares que podés llegar como artista independiente, va a crecer’. Y para mí fue como si estuviese con los caballeros que te tocan con la espada y te dicen: ‘Ahora sos un soldado’. Eso me dio mucha fuerza. Munir Hossn, Matt Alba, Trooko, son todos artistas que he conocido en espacios de grabación, en espacios de shows, de backstage. Les escribí y todos me dijeron que sí. Matt Alba se sumó; yo quería tener una voz argentina en esa canción, en esa historia. Me parece que ‘Dos Almas’ es una canción muy argentina, y quería tener una voz que se conectara dentro de esa misma forma de comunicación. Con Munir Hossn se dio un momento muy dulce; es un gran artista brasilero, que ha producido discos que admiro. Con él coproducimos ‘Amina’, que es una canción muy loca. Necesitaba una persona que entendiera la locura de esos ritmos y que entendiera que la canción tiene cambios. Me dijo: ‘Bueno, vale’, y trabajamos, se generó ese universo. Y con Trooko creo que es algo distinto, porque él tiene una carrera maravillosa, es un gran artista. Y es un artista que también decide ser político con quien trabaja. Dentro de ese mundo, conozco mucha gente con la que podría haber trabajado, pero quería trabajar con alguien que ya tuviese un background político. Le mandé el draft con la canción apenas hecha y me dijo: ‘Vamos’, no hubo duda. Y para mí eso fue maravilloso. El trabajó, me mandó cosas, escuché ‘Me motivas’ y se generó una cosa muy fluida. Y de ahí nace el videoclip, con el último artista que se suma al proyecto, que es Benjamin Baccetti, el director. Él entendió la música completa, escuchó la canción y me dijo: ‘Esto hay que mostrarlo así’, y también se dio esa posibilidad de generar esa producción audiovisual con la compañía Indifol, de Argentina. Ellos me dijeron: ‘Bueno, vamos a hacerlo’, y se armó equipo. Es interesante pensar en eso, pero esas colaboraciones también vienen de antes. Creo que se basan desde el principio del disco y desde la gente que elegí con el corazón, ese disco ya se armó desde ese lugar, entonces creo que todo lo que vino después fue muy fluido.
RECUPERAR LA VOZ
En un mundo donde la velocidad y la inmediatez parecen gobernarlo todo, Carolina Mama elige la ternura como brújula para su arte. “Amina” definido por ella misma como audaz, tierno, con raíces y revolucionario, nace de un cuidado meticuloso y de un profundo respeto por la música como acto de conexión y narrativa. Para Mama, la vulnerabilidad no es una debilidad, sino un superpoder que atraviesa su proceso creativo y que encuentra en el escenario y en la interacción con el público su máxima expresión. Entre silencios, contemplación y el tiempo necesario para que las ideas crezcan, construye obras que invitan a detenerse y a escuchar en todas sus dimensiones, trazando un puente entre el concepto musical y la experiencia humana. Su música, así, no solo se toca: se vive, se comparte y se transforma en espacios de encuentro donde las historias encuentran su voz.
HABLANDO UN POCO DEL CORAZÓN, DEFINISTE AL DISCO COMO AUDAZ, TIERNO, CON RAÍCES Y REVOLUCIONARIO ¿CUÁL DE ESAS PALABRAS SENTÍS QUE ES LA QUE MÁS TE REPRESENTA HOY, EN ESTE MOMENTO EN QUE TENÉS QUE SALIR A PONERLE EL CUERPO, A HACERLO CRECER?
Creo que ‘ternura’. En algún lugar existe esa ternura de decir: ‘Bueno, esto lo tengo que cuidar, hay que ir despacito’, y todo crece rápido. Yo digo: ‘Bueno, bueno, pero entonces va, pero pará, déjame que lo disfrute’. Las cosas van muy rápido en este mundo y es como si uno a veces quisiera detener el tiempo y poder contemplar lo que logró. Por eso te digo ternura, como poder verlo desde ese lugar y decir: ‘Mirá el esfuerzo, mirá el trabajo’, y también la ternura de poder contar historias. Cuando lo escucho aprendo de él, pues ya tiene su propia vida, tiene mucho cariño a lo que es ser mujer, mucho también de los músicos, hay mucha ternura dentro de esos músicos también contando esa historia. Entonces, yo creo es ‘tierna’ la palabra que hoy en día me define; en otro momento te diría audaz o revolucionaria, pero ahora estoy en un momento de ternura, porque acabo de parir el disco.
A PROPÓSITO DE LA TERNURA, ¿QUÉ LUGAR OCUPA LA VULNERABILIDAD EN TU PROCESO CREATIVO? ¿LA VES COMO UNA DEBILIDAD O LA VES COMO UNA FORMA DE PODER?
Creo que la vulnerabilidad me atraviesa como ser humano desde que me levanto hasta que me voy a dormir. Creo que a veces se complica ser una persona tan vulnerable, porque me cuesta poner límites dentro de cuánto siento y cuánto me conecto. Soy una persona que se conecta mucho, entonces creo que esa vulnerabilidad es una gran herramienta, es como mi superpoder. Pero también como cualquier superpoder tiene su debilidad. Creo que he tenido que aprender mucho que esa vulnerabilidad es algo dentro de mí, por ejemplo, en el escenario. Ha sido un gran trabajo como artista, como música, saber que para ser así de vulnerable necesito tener un equipo al lado que pueda honrar esa vulnerabilidad. Si alguien está cuestionando esa vulnerabilidad, ahí te diría que no quiero que la vea nadie, porque está también esa parte de cualquier artista, o por lo menos del artista que yo soy, que necesita mucho cariño, mucho cuidado, sobre todo por los temas de los que estoy hablando, por lo que sucede en la gente. Porque también cuando, por ejemplo, toco en vivo, la gente viene, y uno acaba dando todo. Entonces uno sale y la gente viene, y a veces quiere más y quiere más y quiere más. Soy muy vulnerable, soy ese tipo de persona que si vos venís y me hablás, voy a escuchar tu historia, voy a hacer el espacio, voy a conectarme. Así que creo que es dos cosas: es como mi superpoder, pero también puede ser complicado.
HACÍAS REFERENCIA HACE UN RATITO A LOS TIEMPOS QUE ESTAMOS VIVIENDO, EN UNA VORÁGINE PERMANENTE, DONDE TODO ES MUY INMEDIATO, TODO PASA MUY RÁPIDO Y NO TERMINAMOS DE SUBIRNOS NUNCA A NINGÚN LUGAR EN PARTICULAR. SIN EMBARGO, VOS APOSTÁS POR UNA OBRA QUE ES CONCEPTUAL, QUE TIENE PROFUNDIDAD Y QUE TIENE SENTIDO, Y QUE COMO TAL, MERECE QUE UNO SE TOME LA TAREA DE ESCUCHARLA EN TODAS SUS DIMENSIONES, ¿CÓMO SE SOSTIENE ESA DECISIÓN ARTÍSTICA EN ESTOS CONTEXTOS DE TANTA ACELERACIÓN?
La aceleración es muy reciente. Venimos de años y años de historia de gente que pintaba un cuadro y se tomaba cuatro meses para hacerlo. Hoy en día le podés escribir a la inteligencia artificial y decirle: ‘Haceme un cuadro así’ y en menos de un minuto tenés un cuadro hecho. Justo hablábamos con unos amigos sobre esto. Ha pasado muy corto tiempo; soy la última generación que creció sin internet. Yo tuve mis pequeños años de infancia en que no sabía lo que era internet. Internet empezó a introducirse en mi vida mucho más adelante; si mi generación se muere, somos los últimos que vivimos una vida sin internet. Yo también soy la primera generación que incorporó internet en la escuela, empezamos a tener teléfonos, entonces también es interesante saber que la tecnología ha formado parte de mi vida, pero la inmediatez de la tecnología cada vez es más rápida y yo sé que hay mucha gente a la que le encanta estar enfrente de la computadora o el teléfono y perder horas de su vida. Yo no soy esa persona, ni lo seré. Seré muy ‘old school’ como dicen. Creo en el paso del tiempo sin la necesidad inmediata de estar estimulando el cerebro. Creo que también, como dijiste, la obra es conceptual. El concepto nace de pasar tiempo en silencio y dando espacio a esas ideas a crecer. Si no hay espacio al silencio, si no hay espacio a la ocurrencia, si no hay espacio a contemplar, es muy difícil crear algo conceptual que crezca. Soy una gran amante del cine. Las películas no se filman en un día, las películas se filman en meses o años, y te tenés que sentar en un lugar y estar dos horas mirando, no dos minutos, dos horas mirando en silencio algo. Lo mismo con los conciertos en vivo. Es muy loco pensar en toda la gente que va y está filmando en vez de estar mirando. Creo que también hay algo de la inmediatez que me genera mucho vértigo. Prefiero pensar en que no nos olvidemos tan rápido de toda esta historia musical, de toda esta historia de creación de arte que de repente todo cambia y todos podemos hacer todo, todo el tiempo. Para mí la inmediatez se está convirtiendo en una enfermedad. Se ve en los niños, se ve en la gente más joven. Por eso es interesante pensar en una pieza artística que sale en esta época del mundo, donde la gente no se toma el tiempo de escuchar un disco.
HABLANDO DE TOMARSE EL TIEMPO, ¿CÓMO IMAGINÁS EL CAMINO DE ESTE DISCO HACIA EL VIVO? ¿QUÉ EXPERIENCIAS ESPERÁS, QUERÉS O IMAGINÁS QUE SE PUEDEN GENERAR CON EL PÚBLICO?
El camino que a mí me gustaría es poder tocar en los mayores lugares del mundo, poder viajar y contar esta historia; soy como una trovadora: cuento cuentos.Quiero poder ir a contarlos a distintos lugares y ver las reacciones de las distintas comunidades y culturas. Me siento muy afortunada de los músicos que me acompañan, entonces también siento que si salgo de gira, el equipo es maravilloso y las cosas fluyen. Creo que a nivel audiencia a mí me gustaría generar algo que no sea solo el show en vivo, y esto es algo en lo que estamos trabajando con mi equipo, que es que después de eso existan workshops y lugares donde la gente pueda asistir, donde se den recursos, donde también se pueda ayudar a las personas a recuperar su voz, que es un poco el eslogan principal de este disco. También es el inicio de algo. Creo que con la audiencia se trata de conectar no solo a nivel musical, también generar espacios y es muy importante poder hacer eso. “Amina” no es solo un disco; es un acto de cuidado y resistencia, una invitación a habitar la ternura en tiempos de aceleración y ruido constante. Carolina Mama nos recuerda que la vulnerabilidad puede ser un superpoder, que la música es un lenguaje sin fronteras y que cada canción puede ser un territorio donde se entrelazan raíces, historias y emociones. Su obra nos interpela a detenernos, a escuchar con atención, a sentir el pulso de las voces que durante demasiado tiempo permanecieron en silencio. Entre lo íntimo y lo político, lo sonoro y lo visual, la música y compositora construye un universo donde el arte se convierte en puente: entre culturas, entre géneros, entre corazones. Y al final, al apagar la luz del escenario o cerrar el disco, queda la sensación de que hemos sido testigos de algo delicado y audaz a la vez, de un viaje que nos invita a recuperar la voz, a celebrarla y a sostenerla, porque en cada nota, en cada silencio, se respira la fuerza de la vida y la posibilidad de un mundo más justo y sensible.
CAROLINA MAMA
CANTANTE, COMPOSITORA Y CINEASTA ARGENTINA CUYO TRABAJO COMBINA UNA NARRATIVA CONMOVEDORA CON UN ESTILO VOCAL TRASCENDENTAL. CON RAÍCES LATINOAMERICANAS Y PROFUNDAS INFLUENCIAS ARTÍSTICAS DEL NORTE DE ÁFRICA Y ESTADOS UNIDOS, SU MÚSICA DESAFÍA FRONTERAS, FUSIONANDO TRADICIONES FOLCLÓRICAS CON GÉNEROS MODERNOS COMO EL JAZZ, EL HIP-HOP Y PAISAJES SONOROS CINEMATOGRÁFICOS. COMENZÓ SU TRAYECTORIA ARTÍSTICA A TEMPRANA EDAD, ESTUDIANDO CINE EN LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE LAS ARTES DE BUENOS AIRES, DONDE DESCUBRIÓ SU PASIÓN POR LA NARRACIÓN. ESTA DOBLE DEVOCIÓN POR LA MÚSICA Y EL CINE SE CONVIRTIÓ EN LA BASE DE SU CARRERA MULTIDISCIPLINARIA. ADEMÁS, SE FORMÓ EN LA PRESTIGIOSA NEW SCHOOL FOR JAZZ AND CONTEMPORARY MUSIC DE NUEVA YORK, DONDE RECIBIÓ UNA BECA PARA SUS ESTUDIOS. FUE ENTONCES CUANDO SE RADICÓ EN LA CIUDAD, EN LA QUE VIVE DESDE HACE ALGUNOS AÑOS. GRACIAS A SU FORMACIÓN EN DISTINTAS DISCIPLINAS ARTÍSTICAS, CREA CANCIONES CON UNA REFINADA ARQUITECTURA MUSICAL Y UNA PROFUNDA CARGA EMOCIONAL. SUS COMPOSICIONES SON ÍNTIMAS PERO A LA VEZ EXPANSIVAS, E INVITAN AL OYENTE A UN VIAJE A TRAVÉS DEL TIEMPO, LA CULTURA Y LA IMAGINACIÓN. DURANTE SU TRAYECTORIA, TRABAJÓ CON ARTISTAS COMO ARTURO O’FARRILL, SAMIR LANGUS, LINDA BRICEÑO, Y AYODELE CASEL, ADEMÁS DE FORMAR PARTE DEL GRUPO VOCAL ROSA. CON ESTOS PROYECTOS, TOCÓ EN ESCENARIOS Y FESTIVALES ACLAMADOS DE TODO EL MUNDO: BRIC JAZZFEST, NYC WINTER JAZZ FESTIVAL, JOYCE THEATER, SYMPHONY SPACE, BROOKLYN BOWL, BUENOS AIRES JAZZ FESTIVAL Y PREGONES THEATER. PARA LA REALIZACIÓN DE AMINA, SU PRIMER ÁLBUM SOLISTA, RECIBIÓ UNA BECA DE LA PRESTIGIOSA FUNDACIÓN CULTURAL CAFÉ ROYAL. EL ÁLBUM ESTÁ COPRODUCIDO POR EMILY ELBERT (GUITARRISTA DE JACOB COLLIER Y LEON BRIDGES) Y LAU NOAH (GUITARRISTA Y COMPOSITOR CATALÁN).
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