El alpinista polaco Andrzej Bargiel escaló el pico más alto del mundo, el Monte Everest, y lo bajó esquiando y sin oxígeno suplementario, marcando un hito en esta disciplina.
“Un logro revolucionario en el mundo del esquí de montaña” fueron las palabras que utilizó el equipo de Bargiel para comunicar el logro. El alpinista polaco inició la expedición el 19 de septiembre desde el campamento base, siguiendo el itinerario clásico por el Collado Sur.
Fue el 21 de septiembre cuando partió desde el Campamento IV a 7.900 metros y, tras casi 16 horas de ascenso en condiciones extremas, alcanzó la cima del Monte Everest a las 15 horas del día siguiente.
Desde el pico más alto del mundo, 8.849 metros de altura, el polaco descendió esquiando y marcó un hito en el montañismo. “La cumbre en sí fue ardua y difícil. Nunca había pasado tanto tiempo a tanta altitud en mi vida. Esquiar el Everest sin oxígeno era un sueño que llevaba años gestando. Sabía que las difíciles condiciones otoñales y trazar la línea de descenso a través del glaciar Khumbu serían el mayor reto” declaró tras el logro.
Cuando llegó al campamento, Bargiel fue recibido con una khada, la tradicional bufanda budista que simboliza respeto y buenos augurios.
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