El Senado de Estados Unidos avanzó durante la noche del domingo en la aprobación de un paquete de presupuestos bipartidista con el objetivo de poner fin al cierre del Gobierno más prolongado de su historia, que alcanzó su día número 40.
La Cámara Alta votó 60-40 para avanzar en el paquete presupuestario que financiaría la mayoría de las agencias federales a los niveles actuales hasta el 30 de enero, y proporcionaría fondos durante todo el año fiscal al Departamento de Agricultura, al Departamento de Asuntos de Veteranos, a los proyectos de construcción militar y a las operaciones del Congreso.
Este paquete garantizará la financiación anual del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, por sus siglas en inglés), cuya continuidad se ha visto amenazada por el prolongado cierre gubernamental.
Como parte del acuerdo de los demócratas para poner fin al cierre, el líder de la mayoría en el Senado, John Thune, prometió a los senadores demócratas una votación "a más tardar en la segunda semana de diciembre" para extender los subsidios de la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (Affordable Care Act), que expiran a fin de año.
Tras la votación procesal clave para poner fin al obstruccionismo legislativo, es posible que el paquete presupuestario sea aprobado en la votación final del Senado. La propuesta revisada aún debe ser aprobada por la Cámara de Representantes y enviada al presidente Donald Trump para su firma.
Cancelaciones de vuelos tras el peor día para viajes aéreos por el cierre de gobierno
La paralización del gobierno de Estados Unidos se intensifica en el sector aéreo, con miles de vuelos cancelados y retrasados y la expectativa de que las interrupciones se agraven en los próximos días.
Según datos de FlightAware, más de 1.400 vuelos fueron cancelados para el lunes y cientos más sufrieron demoras, mientras que el domingo se registró el peor día para los viajeros desde el inicio del cierre, con cerca de 3.000 cancelaciones y más de 10.000 retrasos.
La situación en los aeropuertos estadounidenses se deteriora a medida que el cierre gubernamental alcanza su día cuarenta y uno, y los controladores aéreos, que continúan trabajando sin recibir salario, comienzan a buscar empleos alternativos para cubrir sus necesidades económicas. El secretario de Transporte, Sean P. Duffy, advirtió que la crisis “solo va a empeorar”, ya que la presión sobre el personal de control aéreo aumenta y muchos de ellos cumplen jornadas obligatorias de seis días a la semana.
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