Ingredientes:
2 manzanas (podés usar una roja y una verde para equilibrar el dulzor y la acidez).
2 huevos.
1/2 taza de leche (puede ser leche vegetal, si preferís).
1 cucharada de stevia o cualquier edulcorante (si optás por endulzar de forma natural, usá 3 cucharadas de miel).
1 cucharadita de polvo para hornear.
1 cucharadita de esencia de vainilla.
2 tazas de avena (puede ser instantánea o laminada, la que tengás en casa).
Preparación paso a paso
Paso 1: Cortá una de las manzanas en rodajas bien finitas. Reservalas. (La otra manzana la vamos a usar para la mezcla base, por eso no es necesario que esté perfecta).
Paso 2: Engrasá ligeramente una sartén antiadherente (de unos 20-22 cm de diámetro) con un poquito de manteca o aceite. Acomodá las rodajas de manzana reservadas en el fondo de la sartén, cubriendo toda la superficie, para que queden bonitas al invertirlas.
Paso 3: En la licuadora, colocá la manzana restante cortada en trozos, los 2 huevos, la leche, el edulcorante (o miel), el polvo para hornear y la esencia de vainilla.
Paso 4: Agregá las 2 tazas de avena a la licuadora. Licuá todos los ingredientes hasta obtener una mezcla homogénea y sin grumos. Si notás que queda muy espesa, podés sumar una cucharada más de leche.
Paso 5: Con cuidado, verté la mezcla por encima de las rodajas de manzana que pusiste en la sartén.
Paso 6: Tapá la sartén y cociná a fuego bien mínimo (es importante que sea el fuego más bajo que te dé la hornalla) durante 20 a 25 minutos. El truco es no destapar antes de tiempo.
Paso 7: Pasado el tiempo, revisá que la torta esté firme y cocida. Dejala enfriar apenas un poco antes de desmoldarla sobre un plato. ¡Listo! Ya tenés una torta invertida de manzana, fácil y saludable (link interno a nota sobre postres fit de la semana).
Tips y variaciones para potenciar la receta
Toque crunchy: Antes de poner la mezcla en la sartén, podés espolvorear el fondo con una cucharada de azúcar mascabo o canela. Esto creará un "caramelo" rápido y le dará un sabor extra increíble.
Especias de invierno: Sumá media cucharadita de canela y una pizca de nuez moscada a la mezcla de la licuadora para un sabor más cálido y especiado.
Frutas alternativas: Si no tenés manzana, probá esta misma técnica con rodajas de pera, ananá o durazno enlatado (bien escurrido). El resultado será igual de espectacular y podés tener otra idea para tu próxima merienda.
Potenciá la nutrición: La avena es un ingrediente fantástico porque es fuente de fibra. Para darle un plus, podés agregar una cucharada de semillas de chía o lino a la mezcla antes de licuar.
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