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Policiales Buenos Aires

Escabrosos detalles del crimen del escribano que descuartizó y tiró un cadáver al Río Luján

El detenido, de 56 años, reveló a la Policía por qué cometió el brutal asesinato. Con el correr de las horas, los investigadores encontraron una sierra, un hacha, restos de cuero cabelludo, un antebrazo y ambas pantorrillas seccionadas a la altura de

El violento crimen del escribano de Morón detenido cuando descartaba el cadáver descuartizado de un hombre en las orillas del río Luján generó una gran conmoción y en la últimas horas se conocieron nuevos detalles del caso que fue primicia de cronica.com.ar.

Según las fuentes, en una declaración a la policía, sin validez judicial, el escribano detenido, Ricardo Ignacio Baladía (56), dijo que había matado a ese hombre porque le había robado en su escribanía que, por lo que luego hallaron los investigadores, fue la escena primaria del crimen.

Los efectivos encontraron entonces el torso de un cadáver embolsado con la cabeza destruida y un balde con otros restos humanos en el baúl del vehículo.

"El cadáver no estaba completo. Sólo se pudo recuperar el torso y algunos miembros. Lo que estaba en la valija lo llegó a descartar", dijo una fuente judicial.

El sospechoso Baladía quedó detenido, en su poder se secuestraron 20.700 dólares y al principio dio varias versiones extrajudiciales contradictorias respecto a quién era la víctima.

"Primero dijo que era una mujer. Después apareció en el auto una billetera con el DNI de un hombre que presumimos es la víctima", explicó un vocero judicial.

El escribano cambió de versión y, en una autoincriminación sin valor legal, le confesó a la policía que había matado a ese hombre a balazos y lo había descuartizado por una discusión por dinero, ya que lo había denunciado a él y a su mujer por haberle robado de la escribanía una suma cercana a los 50.000 dólares.

La fiscal del caso ordenó el secuestro del auto, la preservación del sitio del hallazgo para el trabajo de los peritos de Policía Científica y un rastrillaje con los buzos de los bomberos de Luján en la zona del descarte del cuerpo.

Allí, los buzos encontraron con el correr de las horas una sierra, un hacha, restos de cuero cabelludo, un antebrazo y ambas pantorrillas seccionadas a la altura de la rodilla.

El documento de la presunta víctima pertenece a Miguel Alejandro Pereyra (42) y ahora se investiga qué tipo de relación tenía con el imputado y si es la misma persona que, en algunos registros policiales, figura con antecedentes penales.

Pereyra tenía en el DNI una dirección en Castelar, pero no había hecho cambio de su domicilio que en la actualidad era en Villa Tesei, partido de Hurlingham, donde localizaron a su concubina.

Fuente: Crónica

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