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Política Procesos Electorales

"En el próximo lustro América Latina va a estar complicada", según un consultor

El continente enfrentará una fuerte conflictividad social como secuela de la pandemia y el aumento de la incertidumbre en procesos electorales de países como Estados Unidos, México, Ecuador, Bolivia, Chile y Brasil, destacó Carlos Fara, ex presidente

América Latina tiene por delante al menos cinco años de fuerte conflictividad social como secuela de la pandemia de coronavirus, que también aumenta la incertidumbre en los procesos electorales de países tan diversos como Estados Unidos, México, Ecuador, Bolivia, Chile y Brasil, destacó Carlos Fara, ex presidente y fundador de la Asociación Latinoamericana de Consultores Políticos (Alacop).

Fara, consultor especializado en opinión pública, campañas electorales y comunicación de gobiernos, y partícipe en los últimos 30 años de más de 140 campañas electorales en la Argentina y Latinoamérica, dialogó con Télam sobre los efectos que tendrá la pandemia en los países de la región.

- Télam: ¿Si bien el final de esta inédita pandemia es aún incierto, cómo insidirá en los procesos electorales que están previstos en el el continente americano?

- Carlos Fara: Creo que hay algunos que van a tener una prolongación con alto nivel de incertidumbre, caso Bolivia. También está el caso del plebiscito en Chile, pero que es distinto, porque si bien hay una obligación política, no hay una obligación constitucional de cumplir con esa convocatoria en determinado plazo. En Bolivia sí o sí hay que elegir al presidente y al Congreso. En Ecuador todavía hay un poco de tiempo como para que la cosa se descomprima, pero Bolivia ya quedó desfasado; inclusive tiene constitucionalmente pasada la elección de gobernadores y alcaldes, es decir que está todo enmarañado.

T: ¿En términos electorales, la pandemia es una carga o un beneficio?

CF: La opinión que tenemos con varios colegas consultores es que las crisis deberían beneficiar más a los oficialismos que a las oposiciones. Es muy difícil criticar al bombero que está haciendo todo lo posible por apagar el incendio. Por lo menos en una primera etapa, las sociedades respaldan a los gobernantes, aún en los peores casos, porque el líder en cuestión está haciendo frente a una situación que no eligió, que es absolutamente global e inédita.

T: Si bien Chile no tiene una urgencia constitucional, ese plebiscito surge del estallido que comenzó en octubre ¿Puede haber una mayor conflictividad social a partir del resultado?

CF: La mayor conflictividad social va a ser la norma. Todos los países van a quedar más complicados que antes de la pandemia. La situación que ya se avizoraba como negativa para América Latina, pero con la crisis internacional caerán las exportaciones y todos los estados van a tener menos recursos, mucha menos capacidad para responder a demandas acumuladas. Por lo tanto, las tensiones sociales y políticas van a crecer. Más allá del cortísimo plazo de los países que tienen elecciones, mi lectura es que en el próximo lustro América Latina va a estar complicada.

T: Bolivia está en una situación compleja, con una sustitución constitucionalmente sucia de Evo Morales, una asunción irregular de Jeanine Áñez como presidenta interina, y en general una situación con muchos intereses cruzados. ¿Cómo avizoran ese proceso electoral, que ya fue postergado por la pandemia?

CF: Hay que ver si la elección es un plebiscito sobre el manejo de la crisis o si la discusión es Evo sí o Evo no, lo bien o mal que se maneje la crisis pasa a segundo plano. Mi impresión es que Áñez no hizo la suficiente apelación a la unidad, que en general muchos hicieron, y no puede ni atenuar el conflicto político ni aprovechar políticamente el gerenciamiento, por eso la veo más complicada.

T: En Ecuador, el presidente Lenin Moreno hizo en octubre pasado un fuerte ajuste, acordado con el FMI, y hubo una reacción social que lo puso en jaque. Ahora, en plena crisis del coronavirus, encara otro ajuste duro, en el que pone lo que no pudo en octubre pasado. ¿En qué deriva eso?

CF: Moreno manejó mal tanto la gestión política como lo comunicacional, no supo aprovechar la situación en su favor. La situación de Ecuador es complicada, porque ni siquiera puede emitir dinero. Estaba sentado arriba de un volcán, que fue lo que disparó los conflictos de octubre y esto no hizo otra cosa que calentar más el magma. Esto quiere decir que está más para un triunfo opositor que para una continuación oficialista.

T: ¿Que es lo que se avizora en Brasil, donde el coronavirus desnudó una crisis de poder en torno de la figura del presidente Jair Bolsonaro?

CF: Más allá de la imagen de Bolsonaro ante la opinión pública, lo cierto es que está muy jaqueado políticamente por un progresivo desencuentro con las Fuerzas Armadas y con la salida del ex juez (Sérgio) Moro y de los ministros de Salud. No pareciera que esta crisis va a llegar al límite en el que Bolsonaro salga del gobierno, pero la situación de su plebiscito frente a la sociedad se avizora como totalmente negativo, porque en un año y medio no dejó error por cometer.

T. ¿Por ejemplo?

CF: Si se lo compara con (Donald) Trump, vemos que también es muy obtuso, pero (el estadounidense) se cuida de consolidar sus bases. Bolsonaro, en cambio, está poniendo en crisis su propia base de sustentación política. La crisis que generó hace una semana la difusión del video de una reunión de gabinete es una seguidilla, como un dominó de elementos que caen por el modo en que conduce. En este contexto, se puede prever que en la elección que se viene de prefectos y gobernadores va a recibir un golpe importante, para un personaje que ya no tenía un partido, tenía una coalición que lo llevó al poder. Claramente Bolsonaro va a salir muy complicado de esta pandemia.

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