Tras el asesinato de George Floyd miles de personas se movilizan en diferentes partes del mundo para reclamar justicia.
A diferencia de los disturbios y la violencia en Estados Unidos, las marchas en Ámsterdam, París, Berlín, Toronto y Sídney se desarrollaron de forma pacífica y, en algunos casos, se relacionaron con casos locales de discriminación o fallecimientos en los que estuvo involucrado la policía.
Ámsterdam fue la sede de la mayor protesta. Unas 10.000 personas se concentraron en la plaza Dam, en el centro de la ciudad, y marcharon al grito de "No puedo respirar", en referencia a las últimas palabras de Floyd mientras tenía la rodilla del policía sobre su cuello. Además, se divisaron pancartas con las frases de "Black lives matter" (las vidas negras importan), nombre del movimiento estadounidense que surgió tras la muerte de dos afroamericanos en 2014 en Ferguson, y "Sin justicia no hay paz".
En París las movilizaciones de este lunes se relacionaron con el caso de Adama Traoré, un francés negro de 24 años que murió en 2016 durante un operativo policial y cuyo nombre resurgió en los últimos días a raíz de lo ocurrido en Estados Unidos. La macha fue convocada por su hermano mayor, Assa Traoré, a través de las redes sociales.
Por otra parte, en Canadá, miles de personas salieron a las calles el pasado sábado para pedir respuestas por la muerte de George Floyd y de Regis Korchinski-Paquet, una mujer negra de 29 años que cayó del balcón de su departamento, situdo en el piso 24 del edificio, cuando estaba presente la policía.
Todas las marchas se dieron en el marco de la pandemia de coronavirus, por lo que algunas autoridades se mostraron en contra de las movilizaciones masivas aunque apoyaron el reclamo. En la mayoría de las protestas, los manifestantes utilizaban tapabocas para reducir el riesgo de contagio por COVID-19.
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