El ánimo en torno a la fábrica curtidora de cueros de Nonogasta no era el mejor, al inicio de esta semana.
NUEVA RIOJA recabó información de primera línea con los protagonistas y tomó conocimiento de un acuerdo entre los más de 800 trabajadores que buscan conservar sus fuentes de trabajo en esta localidad chileciteña.
En diálogo con Federico Zalazar, representante del gremio SECALAR; comentó que este lunes se llevó a cabo una asamblea en el predio fabril en la localidad de Nonogasta.
En esta oportunidad, los operarios tomaron conocimiento de las medidas dispuestas por la patronal y se firmó un acuerdo donde se remarcan cuatro puntos relevantes. Cabe mencionar que los empresarios a cargo de la planta curtidora decidieron que a partir de este miércoles 1 de julio y durante todo el mes, no se registrará actividad productiva en la planta de Nonogasta debido a la carencia de insumos para llevar a cabo los trabajos. No obstante, se garantiza el pago de la totalidad del sueldo y demás ítems a todos y cada uno de los trabajadores.
Asimismo la empresa se expresó optimista en que el panorama economico podrá mejorar a partir del venidero mes de agosto, donde se espera la activación del mercado exterior.
El acuerdo
Tras conocerse la decisión empresarial, los operarios se reunieron en asamblea y tomaron algunas decisiones.
En este sentido, Federico Zalazar explicó que se acordó cuatro puntos fundamentales.
La primer decision tomada tiene que ver con declararse en estado de alerta en virtud del latente peligro de las fuentes de trabajo. Como segunda medida se acordó buscar herramientas legales para asegurarse garantías como prendas o embargos dada la situación financiera de la empresa, que actualmente esta en manos de capitales brasileños.
La tercer medida es la creación de guardias mínimas a realizarse en el predio de la fábrica justamente para garantizar el cuidado de los bienes que podrían embargarse o prendarse.
Como último punto, los trabajadores acordaron colocar un candado en los portones de acceso a la planta fabril desde las 18hs hasta las 06hs del día siguiente a los fines de garantizar que nadie entre ni salga durante la noche.
Zalazar explicó que tras un lapso de dos semanas, se volverán a convocar en asamblea "para que la patronal se decida qué quiere hacer y de esa manera tomar la fábrica o no, de una vez por todas".
Una opción
Con una mirada tendiente a mantener la fuente de trabajo de los más de 800 operarios, Federico Zalazar fue preciso al afimar: "la mejor solución es conformar una sociedad mixta entre el Estado y una inversión nacional o extranjera. De esta manera, el Estado controlará y la otra parte trabajará en las ventas".
Zalazar reconoció que resulta necesaria la intervención de capitales privados - extranjeros o nacionales - que sean conocedores de la actividad del cuero, dado que serán quienes busquen caminos para exportar y llegar a los grandes mercados de Indonesia, Japón, Europa.
Zalazar aseguró que existe "un desceimiento" de parte de los operarios respecto a la patronal, dado que ya pasaron por una situación de crisis y son conocedores de las consecuencias.
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