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Cultura La columna de Paula

¡Prohibido ser feliz!

Para mi amigo el gran filósofo "Aristóteles", la felicidad significaba "la autorrealización a través de metas propias del ser humano". Aristóteles me dijo siempre que todos los Seres Humanos perseguimos la felicidad bien entendida en función de la ac

Escribe LIC. PAULA MONSBERGER

Para mi amigo el gran filósofo "Aristóteles", la felicidad significaba "la autorrealización a través de metas propias del ser humano". Aristóteles me dijo siempre que todos los Seres Humanos perseguimos la felicidad bien entendida en función de la actividad que cada uno desarrolle y de su virtud. 

Conversando, me afirma entonces que los seres felices obran con el bien y por ende deben vivir bien y dejar vivir al prójimo con bondad.  Para ello, amiga mía, continúa Aristóteles, es necesario desarrollar el lado espiritual del ser humano, para alcanzar esa meta y permitir que sus semejantes la alcancen: o sea ser felices. 

Pero amigo Aristóteles, tengo varias preguntas que hacerte. Imaginemos que cada ser humano elige la manera de obrar para vivir en función de un fin y ese fin está ligado a la propia felicidad como a la del entorno, ¿pero qué pasa si no hay felicidad en el entorno mediato y/o lejano? ¿Quiere decir que no podremos experimentar dicha felicidad en cada propio ser, y por ende nunca lograremos llegar a conocer la manera de alcanzarla? 

Imagina amigo mío, te traslado a éste Siglo XXI, ¿qué ha pasado que "nos prohiben ser felices"?

Muchos nos preguntamos qué es la felicidad. Seguro para cada ser humano habrá una respuesta en particular. Pero en general significa para las personas prácticamente lo mismo: "para unos la felicidad es tener cosas,  para algunos es viajar, para otros es la familia, para muchos es un trabajo, para muchos otros es la libertad de acceder, ser y hacer con responsabilidad, y para la mayoría es la sumatoria de todas las cosas que he nombrado. ¿No estás de acuerdo conmigo amigo Aristóteles? 

¿Cuál es la causa por la que éste Siglo XXI no nos permite ser felices? ¿Por qué la palabra felicidad está tan mal vista cuando se adquiere por esfuerzo propio? ¿Por qué no se acepta que el otro sea feliz por propio esmero, trabajo, honestidad y bondad?

Te voy a responder mi estimada amiga: para muchos mi concepción de la palabra "felicidad" implicaba no solo la parte "espiritual" de la felicidad, sino también la dimensión "terrenal" de la misma, a través del equilibrio en varios aspectos de la vida de las personas. 

Aristóteles, ¿quieres decir de ésta manera, que aparece la felicidad como una meta, pues la elegimos por encima de todo para la mayoría de nosotros, buscándola en el amor, o en la amistad, o pudiendo trabajar por amor a una profesión y autorrealizándonos con la libertad responsable de ser y hacer que es propia de cada individuo o sea el libre albedrío?

¿Pero que está pasando por algunas mentes en éste Siglo XXI que no permiten el gozo de esa felicidad, por pequeña o grande que sea? ¿Porqué no existe empatía ni alegría por la felicidad ajena? ¿Porqué sólo unos pocos pueden ser felices a costa hasta de entorpecer la vida de otros? ¿Porqué sólo un grupo ostenta ese bien de la felicidad como si fuera un bien escasamente permitido para ser compartido?

La felicidad es lo mejor, y lo más bello. Y lo bello es bueno si es realizado con acciones justas; y sabes qué amiga mía, podemos decir entonces que la "virtud del ser humano" debe salir del alma y de ésta manera nos hace capaces de practicar bellas acciones.

Amigo Aristóteles, yo entiendo tus conceptos y los aplico diariamente, pero no logro entender qué pasa hoy, porqué todo está tan desvirtuado. Sabes qué Aristóteles, busco palabras bellas del griego y me aparece una que es maravillosa, "kalokagatía": lo bello es bueno y se aplica a las acciones rectas y justas, como tú pregonas. 

Sabes qué amiga Paula, el día que las personas comprendan que "la Virtud Humana" no es sólo la del cuerpo sino también la que incluye al Alma, ahí la "felicidad" podrá convertirse en una actividad del "alma" apta para "todos" los seres humanos.

Sabes qué Amigo Aristóteles, ¡deseo llegue ese día con mi alma!

¡Hasta la próxima columna, amigos!

PERFIL. Paula Monsberger es Magister en Relaciones Internacionales. Lic. en Ciencia Política, Relaciones Internacionales y Comercio Internacional. Profesora de Alemán. Maestra en Declamación y Recitado. Conductora de Radio y TV. Actriz.

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