El Día de la Danza, se conmemora en homenaje a los bailarines y bailarinas del teatro Colón que fallecieron en una de las peores tragedias aéreas ocurrida justamente el 10 de octubre de 1971.En el vuelo viajaban 9 bailarines y bailarinas pertenecientes al Ballet Estable del Teatro Colón, se dirigían desde Buenos Aires a Chubut para realizar un espectáculo a beneficio. Además de conmemorar esta tragedia y el aporte de los artistas que perdieron su vida, este día también homenajea a la danza como un medio de expresión de los pueblos.
Desde la Secretaría de Culturas de La Rioja, dialogamos con Cynthia Núñez, subsecretaria de Arte y Creatividad; Ana Baldo, Directora de Artes Escénicas; con María José Olivera e Ismael Martínez, pareja de danzas folklóricas premiada a nivel nacional y creadores de "Pañuelos con aire riojano". Ana Baldo, también bailarina profesional, define la danza como un estilo de vida y destaca el lema de este año: la danza que debe ser considerada un trabajo. "En el caso de la danza, que tiene la intervención del cuerpo en su totalidad, nos formamos desde muy corta edad, trabajando la disciplina que elegimos, seguimos con estudios y las responsabilidades van creciendo", indica Baldo. También expresa que es una profesión apasionante y exigente, que merece mucha responsabilidad y dedicación. "Es parte de nuestra vida cotidiana" indica María José Olivera, "es nuestra casa, la familia, somos nosotros… es todo lo que somos"
LA DANZA COMO UN SUSTENTO
A lo largo del tiempo, las y los profesionales de la danza buscaron visibilizar la danza desde el aspecto laboral, "siempre ha sido un trabajo, pero ahora esta idea está cobrando más fuerza por las nuevas generaciones que se animan a abrir nuevos abanicos de posibilidades" dice María José, haciendo hincapié en el rol de los y las jóvenes que hoy abren nuevos espacios e ideas concordantes a este planteo. "Celebro que hoy los chicos tengan la voz para poder decir 'vivo de la danza' y que tengan el apoyo" sostiene la bailarina, "nosotros, desde nuestro lugar, hemos sido capaces de hachar el monte para que ellos puedan transitarlo hoy con más fuerza y menos espinas". La subsecretaria Cynthia Núñez, explica el compromiso que tiene la Secretaría de Culturas con cada sector vinculado al arte, "nosotros fomentamos no solo la posibilidad de potenciar a los hacedores y hacedoras del arte escénico, sino que, como interés superior, siempre con identidad y responsabilidad, colaboraremos con marcos legales y de bioseguridad, para que el sector sea contenido desde la responsabilidad social".
Por otro lado, María José indica que trabajar de la danza requiere de un gran esfuerzo, "no es solo decirlo, sino también hacerse cargo, con conciencia, y hacer, hacer cada quien desde su lugar". Baldo expresa que, si bien el Día Nacional de la Danza conmemora una tragedia, también tiene en cuenta a un elenco de trabajadores y trabajadoras de la danza, que es importante destacar. La directora afirma que, en distintos niveles institucionales de La Rioja, algunos municipios y la provincia, cuentan con espacios de profesionalización de la danza, como por ejemplo la Compañía de Danza Escénica Riojana, cuyo director es Marcos Ormeño, e intérpretes: Capdevila Santiago; Moya Sofía; Gutiérrez Daniela; Acevedo Cristian; Calligaro Belén; Cabrera Mauricio; De la Rosa Nahir; Pintor Axel; Avallay Melisa; Haiek, Xiomara.
La constitución de la Compañía, genera un importante espacio laboral a nivel provincial e institucional, no solo es brindar puestos de trabajo a bailarines y bailarinas, sino que desde una política pública se pone a la danza como una disciplina importante, reconociendo así el trabajo de sus profesionales. "De la tragedia nos permitimos conmemorar a los trabajadores y trabajadoras de la danza que, en este contexto de pandemia, es uno de los sectores más golpeados sin poder realizar su actividad habitual, pero que igualmente se reinventan", dice Ana. Desde la Secretaría de Culturas también se apoya diferentes acciones relacionadas a la danza como festivales, eventos y otros modos de reinversión de los y las profesionales del arte, "como Secretaría continuamos produciendo con el elenco de la Compañía, desde casa y con todos los cuidados, para que la danza pueda seguir siendo un sustento y herramienta de trabajo en el día a día", cuenta Baldo.
Otro de esos apoyos fue la creación del Protocolo para las Artes Escénicas que se desarrolló para continuar trabajando, aún en pandemia. "Trabajar en los protocolos fue apoyarnos en la escucha de cada institución, profesor independiente, talleristas, academias, etc. Eso nos permitió tener una mirada holística. Fue un trabajo conjunto donde el sentido de pertenencia, inclusión y trabajo en equipo quedo plasmado no solo en un protocolo, sino también el su aceptación y adhesión del sector de la danza", cuenta Núñez.
UN ESTILO DE VIDA
Consultada acerca de María José e Ismael, la directora Baldo asegura que son profesionales reconocidos a nivel nacional e internacional, que han podido encontrar espacios, generar vínculos, valorando que ha podido sostener su proyecto en el tiempo."Ellos generaron la danza como su estilo de vida, su familia y encuentro, tanto que hoy están vinculados con un importante organismo como lo es el Ballet Folklórico Nacional. Entonces esto ayuda a alentar a los más jóvenes, a quienes recién están iniciando su profesionalización en la danza, a que se puede vivir de esto y que puede ser nuestra fuente laboral". Si hay algo que caracteriza a esta pareja de bailarines, es el compromiso de poder sostener un proyecto artístico de danzas folklóricas como lo es "Pañuelos con aire riojanos".
"Lo que hace que logremos sostener este proyecto es la naturalidad al dar la clase y la esencia riojana que nos caracteriza" dice Olivera, "nos paramos a la par y decidimos cómo damos la clase, pero siempre llevándolo desde nuestro vivenciar".Ismael, por su parte, asegura que el proyecto es constantemente alimentado a lo largo del tiempo."Nos preguntamos qué le gusta a la gente, que queremos nosotros que los demás vean de este proyecto, que nació con una zamba que nos llevó a consagrarnos". Sostiene también que han sido luchadores y perseverantes viendo siempre esa lucecita en el camino, "eso encierra nuestro proyecto, perseverancia, muchísima pasión y vida, mucha vida". Ambos, expresan que, lo más importante a la hora de proyectarse, ha sido aprender a trabajar en equipo. Cada vez que brindan una clase, un seminario, el inicio se convierte en un ritual."Eso cada vez está más fuerte, que cada uno tenga su lugar, a estar o no de acuerdo, pero respetarnos". María José cuenta que, debido a la pandemia, este proyecto tuvo que mutar, pero sin perder la esencia que lo define, "no dejó de ser 'Pañuelos con aire riojano'", marca; y esto llevó a que los convocaran para el Ciclo de Talleres Cardinal Arcano, "Fue un poco impensado que lleguemos a ese nivel nacional, pero ojalá que no seamos los únicos riojanos que lleguen a este ciclo, que otros tengan la posibilidad de llegar con sus propuestas. Que lo nuestro sea abrir el camino para que el resto llegue", expresan.
Baldo, reflexiona que, en un contexto de encierro, de situaciones de pérdida de familiares, de aislamiento social, la danza es una de las artes más completas que nos permite expresarnos y logra sacar las emociones que tenemos adentro. "La pandemia ha ayudado a tomar conciencia de que la danza ya estaba en crisis", dice, refiriéndose a que es uno de los sectores más informales laboralmente por no contar con una institución a nivel nacional que la respalde."Entonces esta pandemia nos hace darnos cuenta que como trabajadores y trabajadoras de la danza tenemos que seguir unidos, seguir mancomunados para lograr un espacio donde la danza sea una necesidad para toda la sociedad" agrega. Extendiendo la conversación sobre sostener los proyectos a lo largo del tiempo, Ismael hace un agregado clave: "los proyectos siempre deben ser serios, y así van a poder crecer, siempre aportando de a semillas y sin perder la esencia. Hay muchas compañías de danza que se están creando, es ideal que no desaparezcan, y que puedan concretar todo lo que se propongan, desde la seriedad", sosteniendo que siempre "hay que recorrer el camino, golpear puertas".
María José e Ismael también hacen una reflexión en torno al Día Nacional de la Danza, "la danza es muy rica… es un encuentro y una mirada seria" dice Ismael, "la danza riojana le ha dado muchas satisfacciones a la provincia, hay muchos ganadores dentro del folklore y, por ahí, si nosotros como trabajadores de la danza, no le damos realmente el realce que debe tener, no lo va a hacer nadie".
"La danza no tiene que ser un intermedio, tiene que ser danza y trabajo y que eso sea el fin de todo lo que se haga, desde el lugar que a uno le corresponde o elige y siempre con responsabilidad al accionar" comenta Olivera e insiste en que hay que revalorizar siempre La Rioja, "en todo lo que se haga, en este caso, en la danza… realzar la esencia de los bailarines y su suelo riojano. Eso es lo que marca la diferencia".
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