Por LIC. PAULA MONSBERGER
¡Mujer" me quiero Y como sea me quiero: me quiero baja o alta, me quiero flaca o gorda, me quiero moderna o anticuada, me quiero libre y yo misma, operada o no, me quiero fiel a mis ideales aunque los demás no me acepten, me quiero rompiendo el molde para ser yo misma y tener únicamente un estilo propio. Y vos, ¿cómo te quieres? Y ustedes, ¿cómo se quieren? Y nosotras, ¿cómo nos queremos?
La actriz Judy Garland decía: "sé la primera y única versión de tí misma; antes que quieras ser la segunda y opaca versión de otra versión". Majestuosa frase aplicada a la realidad que nos circunda, que nos cae encima en éste año 2020 con ésta "virtualidad perfectamente aparente y estereotipada" de ejemplos de seres que son tan exitosos que provocan hasta la extraña sensación si no fueron extraídos de un libro de novelas o de una película de ciencia ficción.
Mujer, me quiero. Me quiero yo misma. Te quieres tú misma. Nos queremos a nosotras mismas. Se quieren ellas mismas. Mujer, me quiero con mis 20, 30, 40, 50, 60 y más, con mi cuerpo con defectos y virtudes, con estrías de los años vividos y paridos, con barrigas y celulitis, con poco pelo o mucho, con canas o tinturas, mujer femenina me quiero para aceptarme yo misma con la propia belleza diversa que Dios nos ha dado y aquella que una elija ser y tener con respeto por la de las demás.
Mujer me quiero. Mujer te quieres. Mujer, ¿nos queremos?
Qué bueno que seamos aceptadas entre nosotras mismas por las otras que son aceptadas por aquellas otras que no se aceptan entre sí. Qué lindo entrar a un lugar y sentir que ninguna de las otras que no somos nosotras mismas nos mira ni por gorda ni por tan flaca, ni por petisa ni por tan alta, ni por rubia ni por morocha, ni por diferente; perdón ¿quién nos mira? Las otras de las otras mismas de aquellas mismas que no se aceptan entre sí. ¿Se entendió? No estoy entendiendo. ¿Me lo puedes explicar?
Te lo explico, con la simpleza de la sensación que las mismas mujeres unidas, aceptándonos entre nosotras como pares y entendiéndonos, podemos cambiar hoy más aún las cosas de lo que intentamos cambiar. Pero cada una respetándonos con nuestras similitudes, diversidades y diferencias que nos pertenecen, y que permiten emitir ese respeto tan exigido (hacia otros) en éstos tiempos.
¡Mujer me quiero! ¡Mujer te quieres! Mujer, ¿nos queremos?
Siendo de azúcar o de sal, de célula o alma, sola o acompañada, niña, adolescente, adulta o mayor. Siendo sonriente o seria, peinada o despeinada, tatuada o no, eligiendo lo que deseamos ser, siendo hijas y madres, esposas o no, amigas o no, conocidas o desconocidas de ese tiempo q pasa, del tiempo que es y de ese no tiempo q puede llegar a ser o no ser (por elección).
Mujer me quiero. Mujer te quieres. Mujeres ¿nos queremos?
Y aunque hoy no esté de moda eso que se llama "cerebro" si lo comparamos con un vestido, o un tacón, o millones de seguidores en redes; voy a usar las palabras de la excéntrica y personal actriz romana ya fallecida Anna Magnani: ¡Para ser realmente "Mujer", tienes que vestir el cerebro de carácter, personalidad y valentía!
Entonces: ¡Mujer me quiero! ¿Y vos? ¿Y Ustedes?
Hasta la próxima columna, Amigos!
PERFIL. Paula Monsberger es: Magister en Relaciones Internacionales. Lic. en Ciencia Política, Relaciones Internacionales y Comercio Internacional. Profesora de Alemán. Maestra en Declamación y Recitado. Conductora de Radio y TV. Actriz.
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