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Sociedad Historias

Pánico en el epicentro del terremoto

En Sarmiento, los vecinos pasaron la noche en la vereda. La comisaría, uno de los edificios más afectados.

Parece que las noches calmas de verano son el escenario de los grandes temblores que afectaron San Juan. El 18 de enero será recordado como el día en el que al menos tres generaciones vivieron por primera vez un sismo con epicentro en San Juan. Media Agua, villa cabecera de Sarmiento, fue el lugar en donde más fuerte se percibió el sismo. Vecinos en las calles pasando la noche, la postal común de las calles sarmientinas. Uno de los edificios más afectados es el de la seccional 8. Donde no paró el trabajo fue en el hospital Ventura Lloveras, donde fueron atendidas 50 personas en unas horas, todos con ataques de pánico.

En el barrio Santa Teresita, uno de los más afectados por el sismo, todos hablaban de la final interrumpida de Masterchef. Ana Fernández vive en una casita humilde. Estaban celebrando el cumpleaños de uno de sus nietos cuando el sismo sorprendió a la familia. Sintió un crujido fuerte del techo y un fuerte ruido en el fondo: el tanque se había caído por el fuerte zarandeo. La mujer es diabética y contaba su experiencia mientras barría a toda velocidad por los nervios. Ella decidió improvisar una habitación en el comedor. Allí, puso colchones en donde durmieron todos los integrantes de la familia.  "Por si las moscas", dijo.

Azucena Ángel es vecina de Ana. La señora no pudo evitar comparar este terremoto con el del '77. "Este estuvo cerca, fue muy fuerte", aseguró. Una pared de una pieza en construcción se cayó completamente sobre los muebles que estaban dentro.

"Estábamos mirando la final de Masterchef cuando empezamos a escuchar el temblor. Se cayeron los adornos, el televisor, todo", relató Marcela Aldeco mientras descansaba en una silla luego de unos segundos a puro nerviosismo.

Liliana Silva estaba dentro de la casa cuando empezó el temblor. Estaba intentando sacar a sus tres hijos. Los chicos le sacaron ventaja: ya estaban afuera. Los Silva se salvaron de milagro. Es que algunos adobes flojos de gran porte se cayeron del techo.

El denominador común de la noche mediagüina post temblor fue la gente durmiendo o descansando en la puerta de la casa. Ahí logran sentirse más seguros ante posibles réplicas.

En Cochagual y Los Berros hubo daños registrados en viviendas. Pero uno de los edificios más afectados es el de la comisaría.  El lugar está clausurado. Los uniformados improvisaron y con el escritorio en la calle atendieron los pedidos de ayuda. El salón cultural ubicado al lado también sufrió por el sismo. Parte de la mampostería se rompió por el violento movimiento.

Ahora solo resta esperar que la naturaleza no le dé a San Juan una nueva sorpresa. 

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