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Sociedad Por Ing. Fabián Neiman, Presidente Consejo Federal DAIA

Una reflexión ante la barbarie

Palabras del Presidente del Consejo Federal de la DAIA a 78 años del Levantamiento del Gueto de Varsovia

Hoy es Yom Hashoá ve Ha gburá.

Hoy es el día del Holocausto y el Heroísmo.

Hoy son 78 años del comienzo del Levantamiento del Gueto de Varsovia.

Hoy no es como ayer. Hoy tenemos la perspectiva del tiempo. 

Hemos reflexionado. Hemos sacado conclusiones. Nos hemos formado.

Algo hemos aprendido.

Hoy vamos a escuchar muchos discursos.

Hemos tenido tiempo de crear un Yad Vashem, el más importante centro de educación y estudio sobre el Holocausto.

Hemos tenido tiempo de formarnos en Yad Vashem, y si aún no lo hemos hecho, es hora de formarnos.

Yad Vashem gusta de clasificar así a las personas en tiempos de la Shoá:

• Perpetradores. Nazis.

• Víctimas. Judíos. Gitanos. Homosexuales. Opositores políticos.

• Observadores pasivos: El odio ocurría en sus narices. Nada hacían, nada decían. Callaban.

• Observadores Activos: No permanecieron indiferentes ante la orgía de odio y muerte que eligió Europa entre 1933 y 1945.

• Justos entre las Naciones: Observadores Activos que se jugaron el propio pellejo. Cualquier camino, menos el de la indiferencia y el de la pasividad.

Hemos tenido tiempo de oír a Yad Vashem recomendarnos a algunos de los autores imprescindibles.

Israel Gutman. Yehuda Bauer. Entre otros.

Yehuda Bauer nos dice que tenemos tres grandes aprendizajes para hacer después de la Shoá:

• NO SERÁS UN PERPETRADOR

• NO SERÁS UNA VÍCTIMA

• NO SERÁS UN OBSERVADOR PASIVO

Si estoy en un lugar de poder, debo recordar que aun pudiendo ser un perpetrador, no debo serlo. Primero porque soy un ser humano y un yehudí. Segundo, porque víctimas fuimos de los perpetradores nazis en Europa. No queremos ser eso.

NO SERÁS UNA VÍCTIMA: Creo que israelíes y diaspóricos no hemos interiorizado de manera simétrica este pilar que debería guiarnos cada día.

El ejército del pueblo en Israel, el ataque constante de los vecinos desde hace 74 años, les forma la cabeza a los israelíes para no dejarse matar. Para reaccionar. Para ser dignos. Para sobrevivir. Para vivir. Para vivir a fondo. Dignos. Defendiéndose. Con lo mejor de su ser, con la mejor tecnología, con sus mejores años puestos al servicio de sobrevivir.

En la diáspora, creo que subestimamos el fenómeno del antisemitismo. No medimos hasta dónde puede llegar.

Cuando Bauer nos dice NO SERÁS UNA VÍCTIMA, nos está diciendo todo lo siguiente:

Mirá a tu alrededor. ¿Quién te odia?

Mirá en TU tiempo y en TU lugar del mundo. No seas ingenuo. No seas inocente.

No subestimes el fenómeno de la Judeofobia.

En términos de Gustavo Perednik, no hay odio más antiguo, más generalizado, más permanente, profundo, obsesivo, peligroso y quimérico que la Judeofobia.

Cuando Bauer nos dice NO SERÁS UNA VÍCTIMA, nos está desafiando.

Nos está preguntando Haieka. ¿Dónde estás?

¿Qué hacés y qué hiciste ante los primeros indicios de que alguien te odia profunda, obsesiva y peligrosamente?

El concepto de huevo de la serpiente nos invita a reaccionar ante el huevo.

Cuando la serpiente ha nacido, a veces, puede ser tarde.

En mi tiempo, y aparentemente lejano en mi geografía, se yergue la República Islámica de Irán.

Un régimen que:

• Desde 1979 Proclama a viva voz que odia a los judíos y a su mejor creación, su Estado.

• Desde hace más de dos décadas lleva adelante un programa nuclear con objetivos civiles. Civiles israelíes.

• Niega la mayor catástrofe humana de todos los tiempos. La Shoá.

• Cuelga a sus homosexuales en horcas en la plaza pública. En el año 2021. Mientras Occidente toma conciencia de los derechos de las personas homosexuales. Personas, como cada persona.

• Lapida a sus mujeres sospechadas de adulterio. Con piedras no tan grandes para no matarlas al primer piedrazo y no tan chiquitas para que ningún piedrazo sea en vano. En el año 2021. Mientras en Occidente el feminismo da grandes luchas, grandes batallas y con logros no menores.

Israel, que parece lejana en mi geografía, no lo es. Es el faro espiritual de la vida judía contemporánea.

Si es con Israel, es conmigo.

Y, por si Israel quedara demasiado lejos, vino la República Islámica, Homofóbica, Misógina y Judeofóbica de Irán a mi geografía y en mi tiempo.

Me voló la Embajada de Israel en mi país, en Argentina, en 1992.

Me voló el centro comunitario judío más importante, el de la acción social, la AMIA, y el de la representación política, la DAIA, en 1994.

Irán me dijo "Si, judío, esto también es con vos."

En el año 2013, en mi geografía y en mi tiempo, mi gobierno, aunque yo no lo haya elegido, decidió pactar la impunidad de la República cuyos laureles hemos destacado más arriba.

Luego, para esconder para qué, cómo y a través de quien lo hizo, asesinaron al Fiscal que los tenía contra las cuerdas, pleno de pruebas, desbordante de decisión de ir por ellos.

Hoy, vamos a escuchar discursos sobre observadores pasivos.

Cada día cuando me levanto, se me aparece Yehuda Bauer en mi espejo y me dice… ¿Dónde estás? ¿Vas a ser una víctima?

Amigos, javerim, dirigentes en lugares medianos y en lugares clave eligen mostrarse prudentes.

Tibios. Silenciosos.

Prefieren pelear con sus propios javerim. No saben qué hacer ante esta gente que nos odia en nuestra geografía y en nuestro tiempo.

Lo niegan. Lo minimizan.

Nos gritan "judíos culo sucio" en algún lugar de la Argentina, y es gratuito.

Nos vuelan la AMIA, y es gratuito. No hay nadie preso.

Nos absuelven a Telledin en nuestras narices, "Y bueno, estamos en la Argentina, qué esperabas."

Muere el Presidente del tiempo en que nos volaron la AMIA y ahí sí, con "coraje y gallardía" la emprendemos contra él como no lo hicimos en los últimos 29 años, mientras vivía y se refugiaba en los fueros del senado. 

¿Hay alguien vivo, que tenga poder HOY, que nos odie y que se refugie en el Senado y en sus Fueros?

¿Cuándo alguien que nos odia en nuestro tiempo y en nuestra geografía tiene poder, qué hacemos con nuestros  miedos?

El reino animal tiene dos opciones ante el peligro. Huir. O enfrentar.

Callar es huir. Ser tibios es huir. No decir lo que hay que decir, cuando hay que decirlo y mirando a los ojos, es huir.

Emprenderla con el javer que enfrenta, y no con quien nos odia, es huir.

Quiero una comunidad judía diaspórica que se parezca más a la comunidad judía israelí.

Quiero dirigentes para quienes callarse no sea una opción.

Quiero discutir qué decimos, cuándo, dónde y con qué tono.

No quiero discutir más si vamos a hablar o vamos a callar.

Quiero que a los autores del Memorándum les recordemos hasta su último día que pactar con Irán es vergonzoso. Que jamás se disculparon. Que de ahí no se vuelve.

Quiero que lo hagamos ahora, que están vivos y que aún tienen poder.

Si el precio es que algún amigo peronista me bloquee en whats app, que lo haga. Pagaré ese precio.

Si el precio es cruzarme en una Red Social con alguien, para eso estamos.

Quiero dirigentes del año 2021 que confronten con los peligros del año 2021.

Confrontar discursivamente con el nazismo, es fácil. Están todos muertos.

Yo mismo hice pis sobre la tumba de Hitler en Berlín, en Mayo de 2016.

Confrontar con el ex Presidente Menem el día de su fallecimiento, además de fácil es inoportuno.

Ahí está Ella, odiando al único Estado Judío de entre los 194 países miembros de la ONU. Mandando a votar en su contra en el recinto de las Naciones Unidas.

Ahí está ella, odiándonos a nosotros, lo diga o no lo diga, lo admita en su fuero íntimo o lo niegue.-

¿Qué vamos a hacer con eso los dirigentes, las izquierdas judías, los muchachos peronistas judíos, los tibios, los silenciosos y los prudentes?

Esa, creo, es la única pregunta de hoy.

Todos vamos a morir algún día. La pregunta es cómo elegimos vivir. ¿Libres o callados?

Probemos, de a poquito, hablar. Van a ver cuan libre uno se siente y qué fresco entra el aire

La cuarentena y la pandemia pueden ser un gran contexto para sacarnos algunos filtros.

Vayan mis homenajes a Mordejai Anilevich y a Pavel Frenkel.

A la izquierda y a la derecha judías sionistas de 1943.

A los que no huyeron porque, además, no había donde huir.

A los que enfrentaron al peligro de SU geografía en SU tiempo.

A los que no callaron.

A los que a la pregunta "Aieka", dónde estás, respondieron "Hineni", heme aquí, con sus actos.

Y estuvieron.

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