Alcanza con ver el rostro de alguno de los funcionarios del ministerio de Salud, de Presidencia de la Nación o de la jefatura de Gabinete. La pandemia de coronavirus golpea por estos días con más fuerza que nunca. Hay caras demacradas, preocupación y poco tiempo para relajarse en los distintos despachos o en la Casa Rosada. Por eso este viernes cuando llegó la confirmación desde Moscú para que un nuevo avión salga desde Ezeiza en búsqueda de más dosis de la Sputnik V muchos de ellos respiraron aliviados. Saben que no es la situación ideal, que apenas será un paliativo ante la escasez y los reclamos. Pero confían en que la segunda quincena tendrá aún mejores noticias sobre la provisión de los distintos laboratorios con los que existen contratos vigentes.
Recién cuando el vuelo de Aerolíneas Argentinas -el duodécimo que realiza a tierras rusas la empresa aérea de bandera- aterrice en el aeropuerto moscovita de Sheremetievo se tendrá certezas acerca de la cantidad de dosis que habrá para cargar. Reina el hermetismo porque el Gobierno no quiere repetir errores como cuando se anunció que una partida contenía una cantidad superior a la que finalmente se pudo depositar en las bodegas y en las cabinas de los Airbus 330 que están preparados al efecto. Calculan que esta vez serán entre 300 mil y 500 mil dosis del componente 1 las que podrán traer el domingo por la tarde, si no existe ningún imprevisto en la capital de Rusia.
Son tres las provincias que ya no tienen más dosis hasta que comiencen a llegar las de los nuevos cargamentos: Santa Fe, San Luis y La Pampa. Según los datos que refleja el sitio web del Monitor Público de Vacunación del Ministerio de Salud de la Nación hasta surgen inconsistencias entre las dosis entregadas y las que se aplicaron. Al gobierno santafesino le llegaron 474.350 dosis y se aplicaron 478.246 (casi 4.000 de diferencia), a los puntanos les asignaron 82.750 y figuran 85.611 como aplicadas (2.861 más) y en La Pampa la diferencia es mínima pero también llamativa: recibieron 61.100 y se inoculó a 61.359 personas.
En la Ciudad de Buenos Aires todavía quedan alrededor de 50.000 personas de entre 70 y 74 años sin inmunizar. El gobierno que encabeza Horacio Rodríguez Larreta realizó duras críticas esta semana contra el presidente Alberto Fernández por la falta de vacunas contra el COVID-19 y desde el ministerio de Salud porteño remarcaron que la semana que viene ya casi no tendrán con qué inocular a los habitantes de la Ciudad. Siempre se otorgan turnos para la inmunización una vez que se les adjudica una partida. En la próxima etapa tienen contemplado vacunar a la franja de la población que tiene entre 60 y 69 años.
El lunes comenzará la articulación de la Ciudad con PAMI en tres centros, uno en San Cristóbal, otro en Parque Chacabuco y otro en Villa Devoto. Luego se sumarán más lugares. De las que se repartirán entre las Sputnik y las de Covishield, a la Ciudad le corresponderá un 7% de las vacunas.
De acuerdo a lo que señala el Monitor Público, la Ciudad tiene todavía para la semana entrante más de 40 mil dosis ya entregadas.
Córdoba forma parte de las jurisdicciones que expresaron su descontento por la escasez de dosis. El lunes pasado el Ejecutivo provincial suspendió la vacunación en la capital mediterránea y en las localidades que la rodean por la falta de primeras dosis. Con los nuevos embarques que arribarán este domingo, al menos unas 70 mil dosis se destinarán a los cordobeses. En el Monitor de Vacunación se consigna que ya les fueron entregadas 551.300 y que se aplicaron 519.323.
La Rioja, Catamarca y Formosa mantienen un ritmo constante para vacunar y podrían tener faltantes en menos de una semana. En el resto de los distritos no parece haber todavía gran desabastecimiento. Todavía persiste un nivel dispar de aplicaciones. Si bien desde hace dos semanas se aceleró el plan de vacunación a nivel país, con un pico de 220.232 personas inmunizadas el viernes 9 de abril, en estos últimos cinco días el promedio diario fue de poco más de 141.000.
El 26 de marzo el Consejo Federal de Salud (COFESA) informó que se diferirán las segundas dosis de las vacunas para inocular a la mayor cantidad posible de personas y aminorar el impacto de la segunda ola de coronavirus. Por eso se dispuso que haya un diferimiento de las segundas dosis de todas las vacunas actualmente disponibles en el país –Sputnik V, Covishield/ChadOx-1 y Sinopharm– a un intervalo mínimo de 12 semanas desde la primera dosis.
Hasta ahora en la Argentina hay 7.266.500 dosis de las tres variedades de vacunas (Sputnik V, Covishield y dos millones de la china Sinopharm) de las cuales ya fueron aplicadas 6.185.909. Según la actualización hasta las 6 de tarde del viernes 16 de abril del Monitor Público de Vacunación donde se reflejan esos datos, 5.392.621 personas recibieron una sola dosis. Y las dos dosis fueron para otras 793.218.
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