Un vecino de la localidad de Allen, en la provincia de Río Negro compró una vieja unidad de larga distancia con la intención de convertirla en una casa pero, para su sorpresa, acabó descubriendo en su interior un cargamento olvidado de cocaína.
El hecho ocurrió en un desarmadero de General Roca donde el protagonista -de quien no trascendió su identidad- se llevó un micro de dos pisos (sin motor) que alguna vez circuló por las rutas argentinas para la empresa Costera Criolla.
La idea era aprovechar el chasis, desmantelar lo que quedaba, remover los asientos y convertir esos viejos hierros oxidados en una vivienda, pero algo sospechoso puso una pausa en las tareas; al remover uno de los paneles del baño de la unidad, el nuevo dueño del bus notó "un parche" detrás del espejo, donde se topó con unos 6 kilos de cocaína que permanecían ocultos en envoltorios encintados.
Fue el diario de Río Negro quien dio la primicia de este hallazgo sin precedentes del que fue notificada la Policía Federal, quien tomó intervención convocada por el asombrado propietario de la unidad.
"Esa cantidad de droga está valuada en 90 mil dólares (casi 10 millones de pesos)", indicaron fuentes policiales. Los efectivos que se hicieron presentes realizaron las pericias preliminares y determinaron la antiguedad de la droga: "La cocaína tenía un color amarillento, lo que indica que llevaba en ese lugar muchos años".
Según estimaciones, los paquetes estuvieron escondidos en ese sitio por al menos 20 años. La Delegación de Toxicomanía de General Roca procedió a secuestrar la droga y desmantelar el resto del vehículo, y la causa recayó en el Juzgado Federal de esa misma ciudad.
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