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Cultura Literatura - Espacio SADE LA RIOJA

Una poesía, un cuento

Leo Garrot comparte con 1591 Cultura+Espectáculos una porción de su obra poética y narrativa.

Por LEO GARROT

HUMANA PETICIÓN 

Me pienso en futuro y mis manos labran

Nacido del pensamiento

Como  espina y rosa

Equivocado en el mundo de hoy.

Como el macho y el color rosa.

Pensamientos, nacen muchos  y mueren pocos.

Identifico la fuente en tu mirada

Quizás exploten átomos

O la burbuja, redonda y flexible

Llega a una superficie sin futuro

¿Contar lo que pasa a fuera para abandonar la cueva?

Creerías sin esfuerzo si te cuento que he visto ventanas detenidas en tiempo

Tiempo ajeno al nuestro.

Petrificado en lienzo.

Ay de tus amigos invisibles, encerrados en altares.

Ay de tus palabras inconclusas,  salpicadas en saliva y enojo.

Señor del viento, dame tiempo, que es detenerlo sin más lamentos.

Señor de rojo, quitadme los ojos, porque si olvidar es perder el paraíso, de nada me sirven los horizontes.

AMANECER TARDE

Me descuidé por un momento de mí aquí y ahora, caminé desde mi habitación hasta la cocina. Todo seguía normal, la televisión encendida en el mismo canal, había hortalizas a medio lavar en la mesada, algunas secándose y otras aún en remojo. Hechos que me llevan a pensar ¿quién está viendo la televisión? ¿Quién lavó las verduras?, Comencé a preocuparme más de lo habitual. ¿Dónde están mis familiares? Esos que supuse seguirían su vida mientras yo dormía una siesta. Si llamo con mi celular nadie responderá puesto que veo todos los teléfonos celulares en la cocina, uno en la mesa y otros junto al televisor. 

Como aún seguía con la sensación de una siesta pesada, y mi cerebro no paraba de trabajar al tratar de discernir entre realidad y sueño, todo parece muy confuso y de repente me cruzó una idea,  un pensamiento, una hipótesis: 

*ocurrió el rapto. Ese presagio bíblico que también relatan las películas de superhéroes. Desaparece la mitad de la población y luego ocurre el fin del mundo.

Y pensé: Qué bueno, ellos fueron los elegidos para el rapto, para no sufrir el chasquido de Thanos, (ese villano encargado por propia imposición a ser quien resuelva el problema que causa la humanidad). 

Qué bueno porque me tranquiliza saber que fueron ellos, porque aún no estaban  preparados para el fin,  para el despertar ¿Quién lo está realmente?

Qué bueno que me tocó a mí presenciar y vivenciar todo el sufrimiento, el caos,  la confusión,  porque no sé si estoy preparado pero tengo herramientas estoicas para luchar sin que mi espíritu se quebrante y corrompa.  Qué bueno que no les tocó a ellos no vivir el horror de la compasión. Y sentí alivio. 

Me quedé aquí para expiar, sufrir el castigo por la falta, delito o culpa y así purificar lo profanado. 

Me quedé aquí para esperar el fin, si es que realmente tal instancia exista. 

Resulta que se habían ido por un momento a la esquina de casa, a vacunarse en el centro de salud. Volvieron y continuaron la vida viendo televisión, y lavando hortalizas. Y yo,  aun evaporando lo que la siesta me había dejado maquinando continúe como si nada hubiera pasado. Ni la siesta, ni el rapto, ni el chasquido. 

Aún no están preparados, y yo me volví a dormir.

EL AUTOR

LEO GARROT nació en la ciudad de La Rioja un domingo 19 de enero en el año 1992. 

Actualmente trabaja en el ámbito periodístico en medios de comunicación independientes, genera contenido artístico-filosófico en redes sociales. Poeta y practicante de la filosofía. 

Es estudiante de medicina en La UNLaR y desde chico, la escritura fue el modo que encontró para obtener significados. Es retratista auto desenmascarado @apocrifus en instagram. 

Él cree que cuando la ciencia no cura, lo hace el arte. Lleva consigo al arte como herramienta para la salud de los pueblos. 

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