La llegada del empresario Oscar Ghezzi a la Curtiembre de Nonogasta sirvió para poner en marcha a la primera tanda de operarios que serán encargados del proceso de mantenimiento en el polo fabril.
"Esto marca un nuevo día colmado de expectativas", sostuvieron personas allegadas a la empresa.
El arribo del nuevo dueño, abre un camino de esperanzas, tras una larga espera sembrada de incertidumbres respecto al futuro productivo de una empresa que, una vez más, necesitó del Estado para encaminar su salvataje.
Cien son los operarios que arrancan con la misión de "preparar el terreno" donde se espera que, en no más de 60 días, estén empezando a producir junto a unos 350 nuevos compañeros y volviendo a "hacer sonar las máquinas curtidores".
La pandemia que tanto ha golpeado al mundo en lo sanitario y económico, ahora muestra una posibilidad para el departamento Chilecito y su economía, que necesita de ese eslabón productivo que alguna vez hizo circular millones de pesos en materia de sueldos que se volcaba al consumo interno, con su fuente dadora de trabajo.
Si bien es cierto, y desde que se abrió la crisis de trabajo en la curtiembre, que en esta nueva faceta nace bajo el nombre de "Curtiembre La Rioja", el Estado en su esfera Nacional, Provincial y Municipal no se desentendió del entramado social complejo que implica tanta gente sin trabajo en una pequeña comuna como lo es Chilecito, es muy bueno que ahora sea el sector privado, claro está que con el acompañamiento del Estado en sus primeros pasos, quien dinamice nuevamente a la fábrica.
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