Es importante aceptar que la misión de toda institución que educa es la de posibilitar que quienes la transitan no sean iguales desde que ingresan hasta que egresan. En este sentido, egresar no contempla solamente la trayectoria de los estudiantes, sino también las experiencias de las familias, de los docentes, preceptores, administrativos, y otros actores que constituyen la comunidad educativa. Entonces, aceptando que educar es un acto de transformar, de desarrollar y de potenciar, diremos que el campo de gestión abarca múltiples variables. No obstante, ella debe concretizarse en reflexiones y acciones con sentido, en la organización del capital humano y de diversos procesos (principalmente los pedagógicos).
En plena consonancia con Blejmar, estoy convencido en que gestionar es hacer que las cosas sucedan. Es una posición creativa que requiere el trabajo con uno mismo y con los otros, en la aceptación de las limitaciones y capacidades personales de quien dirige como de quienes conforman un Equipo de Gestión, buscando vincular la diversidad de roles, de funciones, de concepciones individuales en una cultura mayor y común: la cultura institucional. En este aspecto, considero que uno de los objetivos de quienes trabajan en las escuelas es responder a los siguientes interrogantes: ¿Qué escuela queremos? ¿Qué procesos pedagógicos queremos propiciar? ¿cómo los vamos a realizar? Y serán esas respuestas colectivas y comunes las que constituirán la visión compartida, la letra escrita, hablada (en los espacios para ello y en el acompañamiento diario) y sobre todo comportada (ante el colega, ordenanza, familiar, etc.), será la piedra basal para el ordenamiento y la purificación de tantos conceptos y modos de hacer escuela que nos circundan. La internalización de esos conceptos y valores son los que irán dando forma a los procesos clásicos de toda escuela: enseñar, aprender y evaluar (el orden de estos procesos es relativo, coexisten y hasta a veces, son uno solo).
EDUCACIÓN EN CONTEXTOS
En estas épocas contemporáneas hacer escuela es también aceptar la realidad global y compleja de la humanidad, es aceptar las incertidumbres con la convicción de que el proceso de desarrollo lo es también para la organización en sí (edificio, recursos, Proyecto Educativo Institucional, relaciones con la/s comunidad/es, etc.).
Una institución educativa que se posiciona de esta manera aloja no solo a las disciplinas del currículum formal, sino que también ejecuta prácticas de innovación, intra, inter y transdisciplinarias para atender a la integralidad de los sujetos que de una u otra manera se encuentran en los procesos institucionales y pedagógicos.
Me permito postular un DECÁLOGO DE PRINCIPIOS PARA ESCUELAS EXITOSAS en los tiempos de hoy:
- Reconocer el rol y la responsabilidad humanitaria de la educación.
- Definir su identidad y que esta se exprese en la labor profesional de sus miembros.
- Incorporar nuevas perspectivas, disciplinas y saberes.
- Trabajar desde la intersectorialidad para el abordaje de situaciones complejas.
- Valorar la cultura institucional y la convivencia escolar como principales educadoras.
- Incorporar a la IA y tecnologías en las prácticas pedagógicas.
- Enseñar saberes en múltiples formatos educativos adecuados a los intereses y estilos de aprendizajes del alumnado.
- Articular los saberes formales con los aprendizajes “invisibles” que tienen los estudiantes.
- Crear comunidades y ecosistemas de aprendizajes.
- Fomentar el trabajo comprometido, con vocación y cooperativo.
BIBLIOGRAFÍA
BLEJMAR, B. (2005). Gestionar es hacer que las cosas sucedan. Competencias, actitudes y dispositivos para diseñar instituciones educativas. Buenos Aires (Argentina): Ediciones Novedades Educativas.
Banerjee, B. (2017). Why innovate? En: Banerjee, B., & Ceri, S. (Eds.). Creating Innovation Leaders. A Global Perspective. Switzerland: Springer International Publishing.
EL AUTOR
PSICOPEDAGOGO, CAPACITADOR, PROFESOR UNIVERSITARIO, INVESTIGADOR. ASESOR DE TESIS Y EMPRESAS. RECTOR COLEGIO EMPRESARIAL JOAQUÍN CAMAÑO. MAGISTER EN EDUCACIÓN. UNIVERSIDAD SIGLO XXI. NEUROEDUCADOR POR LA UNIVERSIDAD DE VILLA MARIA. DIPLOMADO INTERNACIONAL EN AUTISMO POR LA UNIVERSIDAD DE BURGOS, ESPAÑA. DIPLOMADO UNIVERSITARIO EN TDAH POR LA UNIVERSIDAD CATÓLICA PONTIFICIA.