En un movimiento que generó revuelo interno, la Policía de la Provincia de La Rioja relevó de sus funciones al jefe y subjefe de la comisaría de Villa Castelli.
Los primeros indicios apuntan a que algunos efectivos no cumplían con sus tareas habituales y, a cambio, habrían sido requeridos para realizar favores personales por parte de sus superiores. Esta situación, calificada como “anómala” por el subjefe policial, motivó la intervención del director general de Seguridad, quien dispuso una investigación interna para esclarecer los hechos.
Mientras se sustancia el sumario, el subcomisario Olivera fue designado interinamente al frente de la comisaría. Desde la Jefatura aseguraron que no se tolerarán conductas que perjudiquen la imagen institucional ni la eficiencia del servicio.
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