Por Oscar Cuartango
La Libertad Avanza (LLA), que absorbió al PRO, fue votada a nivel nacional por el 40,66% de los votantes, ganando en 16 provincias y consolidándose como primera fuerza política. Una parte significativa de la población le renovó el crédito a Milei, asumiendo la dependencia colonial con Estados Unidos, particularmente evidente tras el acuerdo de intercambio de monedas (currency swap) de 20.000 millones de dólares con el Tesoro estadounidense.
Primó un sentimiento anti-peronista y anti-izquierda, el temor al kirchnerismo, junto con una notable falta de conciencia de clase. Es significativo que una porción importante del voto provino de trabajadores, incluyendo los más precarizados y empobrecidos. El "camino del medio" propuesto por los gobernadores fracasó y perdieron de manera contundente, muchos incluso en sus propias provincias.
Hace apenas un mes y medio (7 de septiembre de 2025), en las elecciones provinciales bonaerenses, Fuerza Patria había triunfado con el 47,28% de los votos contra el 33,71% de LLA, una ventaja de aproximadamente 13,5 puntos porcentuales. Sin embargo, el 26 de octubre, LLA ganó por el 41,45% contra el 40,91% de Fuerza Patria, una diferencia de apenas 0,54 puntos porcentuales, equivalente a aproximadamente 46.600 votos.
Las elecciones legislativas de medio término en Argentina muestran patrones históricos consistentes. El peronismo mantiene un caudal electoral que oscila entre el 31% y el 38% en este tipo de elecciones. Cuando la oposición logra articular alianzas o polarizar exitosamente, supera al peronismo con aproximadamente el 41% de los votos.
En las elecciones legislativas del 22 de octubre de 2017, durante la presidencia de Mauricio Macri, Cambiemos obtuvo el 41,75% de los votos a nivel nacional y ganó en 13 de las 24 provincias. Este resultado es comparable al actual, mostrando que el 40-42% parece ser el techo electoral de las coaliciones opositoras al peronismo. Cada elección tiene su microclima político y social particular, pero los porcentajes históricos demuestran que persiste aproximadamente un tercio de la población identificada con los valores propugnados por el peronismo, mientras existe una oposición heterogénea que puede ser articulada para derrotarlo.
Por no haber ofrecido soluciones integrales satisfactorias a los problemas de la población cuando estuvo en el gobierno. Por insuficiente capacidad de interpretación de la realidad socioeconómica argentina contemporánea y de comunicación con propuestas que apunten a la solución de necesidades actuales. Por falta de organización y coherencia política interna a nivel nacional para tener un perfil político definido que sea una alternativa seria, confiable y contrastante con el poder de gobierno vigente.
Interna profunda dentro de Fuerza Patria que se "maquilló" con una aparente unidad de dirigentes, pero sin dirección única clara y, en muchos casos, sin militancia territorial efectiva. Salvo excepciones, no se disputó el voto en los barrios ni en loslugares de trabajo. Ausencia de un programa mínimo sobre los problemas centrales del país y del pueblo. El anti-mileísmo sin propuesta demostró ser insuficiente.
Porque el adversario político también está presente, sabe jugar muy bien, cuenta con poderes nacionales e internacionales que lo apoyan, tiene un gran aparato comunicacional a su servicio y comprende mejor las herramientas políticas modernas (redes sociales, micromarketing político, sociología política, ingeniería social, técnicas de guerra cognitiva, etc.). Analizar solo las fallas del peronismo sin contemplar el accionar del adversario es incurrir en un análisis incompleto y sesgado de la realidad.
Esa realidad debe buscarse, además, parcialmente en el individualismo de grandes sectores de la población y su percepción fragmentada de la realidad. La composición de la clase trabajadora ha cambiado radicalmente. La mayor parte de la población ya no es esa numerosa clase trabajadora en relación de dependencia que formaba la base del movimiento obrero. Ahora, una gran proporción desarrolla actividades laborales precarias: falsos cuentapropistas, trabajadores no registrados, en fraude laboral, freelance, de plataformas digitales, etc. Estos trabajadores tienen la errónea mentalidad de "soy mi propia empresa", renegando de aquellos que tienen cobertura social o de los "vividores de planes sociales", cuando en realidad son explotados por el sistema sin cobertura social y con una autopercepción alienada y “como peronistas no podemos resignarnos a que los trabajadores voten contra sus propios derechos. Hay que volver a hablarles con claridad, elaborar propuestas concretas, actuales y dignificantes que los seduzcan".
Vastos sectores juveniles y jóvenes adultos viven en burbujas virtuales generadas por las redes sociales, que les brindan una visión parcializada y superficial del mundo, "memetizada". Su conocimiento crítico de la realidad vivencial está condicionado por la asepsia focalizada de estas burbujas virtuales y depende en parte de sus relaciones cercanas que les indican a quién votar. También existen los desocupados y excluidos del sistema por generaciones, los integrantes de la economía popular, los que ni estudian ni trabajan, etc.
Objetivamente, nadie vota conscientemente en contra de sí mismo. ¿Por qué entonces gran parte de los sectores populares votó nuevamente por Milei, como también lo hizo con Macri en las elecciones de medio término de 2017? Las razones pueden incluir: una cuota de esperanza, dar una segunda oportunidad, la creencia de que lo peor ya pasó, no querer volver al pasado inflacionario o "asistencialista", desprecio hacia el peronismo-kirchnerismo, apoyo a un gobierno "meritocrático", etc.
Todas estas razones estuvieron presentes, además del plus tecno-digital-comunicacional que opera sobre la apreciación de la realidad de la población. Pero esto no debería extrañar, ya que no es la primera vez que ocurre. Son generalmente los procesos evolutivos políticos, no los hechos disruptivos, los que van forjando el camino de los pueblos.
El peronismo mantuvo su desempeño histórico para elecciones de medio término, pero ganó LLA porque los tiempos políticos del pueblo aún no han madurado; el proceso evolutivo socioeconómico histórico todavía no ha agotado esta etapa. Esta elección fue solo una escaramuza, no el fin de la confrontación de largo plazo y debemos seguir luchando con coherencia política, construir un proyecto colectivo con propuestas para resolver los problemas de una sociedad compleja, acometer la necesaria reorganización interna y establecer un plan político de acción con la convicción de que esto es un ciclo histórico donde solo hay que superar las etapas y esperar el tiempo necesario para retornar a conducir el destino de la patria. El tiempo hará el resto, porque los pueblos, más tarde o más temprano, hacen tronar el escarmiento.
Cuando se plebiscitó la gestión provincial en septiembre, Fuerza Patria ganó, la gente acompañó. Sin embargo, el 26 de octubre muchos de esos votantes decidieron votar en contra; lo que se les propuso como alternativa a nivel nacional no los convenció. Los resultados demuestran que la estrategia del desdoblamiento tenía su razón de ser. Cuando se discutió sobre la provincia y los municipios contra el modelo de Milei, se ganó. Pero cuando se discutió la alternativa nacional, se perdió. Es necesario escuchar y elaborar propuestas atractivas a nivel nacional.
Prueba de ello es que el peronismo, en Provincia de Buenos Aires, perdió únicamente 256.000 votos, de 3.861.000 descendió a 3.558.000 votos, algo que se puede atribuir a que no votaron los extranjeros, las listas de concejales en las que figuraban muchos intendentes no estaban, y que hubo varias listas peronistas disidentes (Fernando Gray, Alberto Samid y Santiago Cúneo sumaron casi 300.000 votos), con lo cual queda claro que los intendentes pusieron toda la carne en la parrila en ambas ocasiones. Lo decisivo fue que subió la cantidad de votantes casi 1.200.000 más, que mayoritariamente fueron a la lista libertaria (850.000 sufragios, de 2.755.000 a 3.605.000 votos). La elección se polarizó y desaparecieron las fuerzas intermedias, especialmente en el interior bonaerense.
La composición de las cámaras de Diputados y Senadores cambió significativamente a favor de las derechas. Los bloques de La Libertad Avanza y sus aliados seudoopositores incrementaron su representación. Milei ya anunció: más ajuste, quita de derechos a los trabajadores y jubilados, desfinanciamiento aún mayor de la educación y la salud pública, etc.
El problema está en la dirigencia. No en todas, pero sí en la mayoría de las organizaciones políticas, gremiales y sociales del campo popular, con una participación e impulso muy pobre en las luchas de resistencia y también en la propia campaña electoral. El avance de las derechas en el mundo es un fenómeno que debe preocuparnos y requiere buscar caminos de resolución.
El Wall Street Journal evaluó, apoyado en la opinión de diversos analistas locales como Juan Negri, titular de Ciencia Política en la Universidad Torcuato Di Tella, que "las barriadas populares, cuyos habitantes solían movilizarse en masa para respaldar a los candidatos justicialistas, en esta ocasión optaron mayoritariamente por la abstención". Negri afirmó que "quienes no salieron a votar fueron los peronistas desencantados".
Frente al desafío de la renovación presidencial del 2027, reitero hasta el hartazgo, debemos ser racionales, utilizar la inteligencia y dejar de seguirle el juego al presidente Milei. A sus gritos, agravios y descalificaciones debemos responder con moderación, templanza y propuestas.
El presidente, en su línea discursiva, toma parcialmente la verdad y la manipula a su antojo. Nosotros debemos reconocer la parte de verdad de sus afirmaciones, mejorarla y profundizarla como una propuesta a futuro, y no negar lo que es innegable arrancando con el paso cambiado. Tenemos que situarnos a la vanguardia y tomar la iniciativa, y no seguir a la defensiva de lo realizado. En ese sentido, debemos aceptar los cambios que llevan aparejados los adelantos tecnológicos; es inútil oponerse al progreso, pero hay que discutir a quiénes beneficia: si a la sociedad en su conjunto o a unos pocos a costa de la sociedad, como parece querer el presidente y sus colaboradores.
"Cuando las derechas avanzan con ajuste y represión, el campo popular tiene que responder con organización, coraje y propuestas. No alcanza con indignarse, hay que construir poder.
La política no es una suma de individualidades ni una competencia de egos, es la construcción de un proyecto colectivo que abrace a los que sufren, que convoque a los que dudan y que organice a los que luchan. Esa es la tarea que nos espera."
"Respecto de la disputa del liderazgo del peronismo es necesario un recambio para posibilitar el cual, quienes tienen historia den paso a quienes tienen futuro. No se niega lo hecho, sino de multiplicarlo y perfeccionarlo en nuevas manos, con nuevas voces y nuevas formas de luchar. Como nos enseñó Perón, no se trata de volver al pasado, sino de recuperar lo mejor de lo que fuimos para proyectarlo hacia adelante. San Martín en Guayaquil prefirió el silencio digno al poder sin principios, Cristina tiene la historia a su favor, un legado en tantos jóvenes que levantan sus banderas, la causa nacional exige que otros continúen esa marcha con honor"
El futuro de la patria demanda grandeza, se lo debemos a Perón, Evita y Néstor. Ojalá así sea, por el bien de todos los argentinos.
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