Ingredientes:
Para la base
½ banana pisada (para hacerlo keto y low-carb, reemplazá por 1 cda de pasta de maní)
30 g de avena instantánea o harina de almendras o coco rallado o frutos secos procesados
Para el relleno
100 g de queso crema o yogur griego
30 g (1 scoop) de proteína en polvo o leche en polvo
1 chorrito de jugo de limón (opcional)
Endulzante a gusto (opcional)
Para la cubierta
1 o 2 cdas de mermelada sin azúcar
Frutos rojos frescos
Pasta de maní (opcional)
Preparación paso a paso
Paso 1: Prepará la base mezclando la banana pisada con la avena (o la harina de almendras). Si lo preferís keto, usá pasta de maní en lugar de banana. La mezcla debe quedar pastosa.
Paso 2: Colocá la base dentro de una taza o recipiente pequeño forrado con papel film, presionando bien para que quede firme.
Paso 3: En otro bowl, mezclá los ingredientes del relleno: queso crema o yogur griego, proteína o leche en polvo, jugo de limón y endulzante si querés.
Paso 4: Verté el relleno sobre la base y llevá la taza a la heladera (no al freezer) durante 3 o 4 horas para que tome cuerpo.
Paso 5: Una vez frío y firme, desmoldá con cuidado, agregá la cubierta de tu preferencia y ¡listo! Ya tenés un cheesecake proteico express para disfrutar.
Tips y variaciones para potenciar la receta
Más cremosidad: si lo hacés con yogur griego, el resultado será más ligero; con queso crema quedará más firme y denso.
Endulzantes: podés usar stevia, eritritol, monk fruit o el que uses habitualmente.
Versión frutal: probá con duraznos, frutillas o arándanos frescos en lugar de la mermelada.
Presentación: si lo hacés en vasitos individuales de vidrio, queda ideal para servir como postre en una comida con amigos.
Comentarios