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Adiós, Diego

"...Diego Armando Maradona fue una persona que vivió una vida diferente pero a la vez, igual a la de tantos hombres, con aspectos virtuosos y otros no. Pero esta verdad no significa dividir su personalidad sino recordarlo integralmente, como un ser h

Por ALICIA COROMINAS

En la vida suceden hechos terminales que sacuden, justamente por su condición. 

La partida de Diego Armando Maradona trajo consigo una infinidad de sensaciones y reflexiones en la multitud de personas, de todas las edades y procedencias del mundo, que lloraron este alejamiento, como si se tratara de la despedida a un familiar querido. Eso trajo su partida: encuentro y unión simultáneos; el reconocimiento íntimo y colectivo de su figura polifacética: Maradona, un grande que se convirtió en la expresión de tristeza más apasionada que recuerdo, porque se entremezclaban lágrimas con canciones, vivas y aplausos, sentidas expresiones de amor. 

El dolor nos unió y pudimos comprender que Diego llevaba, pegada a la piel, la camiseta de su país y supo defenderla dando de sí todo lo imaginable hasta clavarse la inyección en el tobillo inflamado y ardiente para salir a la cancha y brindar sus gambetas, facilitadoras de goles para una Argentina dolorida que necesitaba levantarse. Su estrepitosa argentinidad floreció en el país y desde entonces, Diego Maradona fue y será siempre el ídolo popular indiscutido, el "más humano de los dioses", como lo calificó Eduardo Galeano y hoy lo repiten muchos, el representante del pueblo argentino, del que más sufre, el de su condición que no olvidó y de la que nunca renegó. Las emociones por su lamentable final, nos hicieron olvidar cualquier aspecto de esa personalidad controvertida pero imponente. Recordamos a Diego con la pelota pegada a sus pies desde que era un niño. Jugaba a toda hora, haciendo malabarismos, aún en el barro. Y nunca se avergonzó de su procedencia, al contrario, es lo que más defendió. Los potreros fueron sus canchas preferidas porque allí desarrolló sus habilidades inigualables. 

Asombraron desde que empezó a jugar como "cebollita" y aún más, cuando alcanzó la trascendencia en todo el mundo y la admiración de los poderosos que sintieron devoción por su imagen descomunal. Es lamentable que en su país algunos lo ignoren. Pero es el destino de aquellos que se destacaron, especialmente cuando se trata de un "negrito villero", defensor del pueblo y de los más necesitados. A ellos les regaló felicidad con la gracia y la originalidad vertiginosa de su juego, la felicidad que se les niega en sus vidas salpicadas de barro y de miseria.

Diego Armando Maradona fue una persona que vivió una vida diferente pero a la vez, igual a la de tantos hombres, con aspectos virtuosos y otros no. Pero esta verdad no significa dividir su personalidad sino recordarlo integralmente, como un ser humano excepcional en muchos aspectos. No es mi intención hablar solamente del Diego futbolista, genial, incomparable y único en el mundo. Tampoco me propongo destacar su procedencia, pobre en bienes pero muy rica en valores que, sin duda, imprimieron en él los principios que guiaron su lucha, principios que defendió e impuso ante los poderosos, sin miramientos ni temor, cuando se trataba de defender a sus pares, a los hermanos de la vida y a los necesitados aunque fueran desconocidos.

Diego, aunque algunos te ignoran y desprecian yo uno mi emoción, a la de la mayoría del mundo, ennoblecida en tus bondades y me quedo con ellas. Te acompaño con mi recuerdo y me duele el final de abandono que tuviste. Pero  reconozco que los grandes de este país, siempre terminaron igual.

Amigos en la gloria abundan pero pocos quedan al final de la vida.

LA AUTORA. ALICIA COROMINAS. Nació en La Rioja. Su campo de acción abarca la educación, el arte y la investigación. En educación publicó artículos y documentos para Capacitación Docente como La integración de las áreas Disciplinarias en la Escuela Primaria, en la Revista Latinoamericana de Innovaciones Educativas y el curso Enseñar a pensar modos de conservar produciendo como integrante de la Comisión de Elaboración, diseño y Evaluación. Ha publicado también los poemarios Como el ave (2006); Lágrimas celestes (2009), Tres indecisas lágrimas (2015) y Gota a Gota (2019) y los trabajos de investigación Desandando La Rioja (2013 y 2018) y Severa Villafañe. Una historia inconclusa (2016). 

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